En la reserva Canandé Tesoro, propiedad de la Fundación Jocotoco, ubicada en la provincia de Esmeraldas, se logró fotografiar al cuco hormiguero bandeado (Neomorphus radiolosus) o también llamado correcaminos del Chocó, una ave rara y en peligro de extinción. 

Este pájaro es uno de los más curiosos y menos estudiados del bosque húmedo del Ecuador. Es endémico de la ecoregión del Chocó, uno de los “hotspots” (puntos calientes) de biodiversidad más amenazados globalmente.

Una de sus particularidades es que es un ave que sigue a las hormigas guerreras, pero no para alimentarse de estas sino de invertebrados, afirma Jocotoco.

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Las marchas de hormigas guerreras son tan poderosas que a su paso hacen que otros invertebrados huyan, y es ahí que el cuco hormiguero bandeado aprovecha para alimentarse.

Las hormigas guerreras están en continuo movimiento, por este motivo es imposible predecir a dónde se dirigirán. Por eso es sumamente difícil encontrar a esta misteriosa ave.

"Esta especie de ave es muy rara de encontrar, y más aún de fotografiar, no solo porque sigue a las hormigas guerreras sino porque pasa la mayor parte del tiempo en las profundidades del bosque", señala la fundación.

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Los indígenas Awá llaman a este pájaro “corredores rápidos”. El cuco hormiguero bandeado pasa la mayor parte del día sentado en el suelo o en ramas bajas ubicadas en la vegetación densa del sotobosque.

Fundación Jocotoco tiene tomas de cámara trampa instaladas en su reserva Canandé-Tesoro.

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Esta ave hormiguera, al estar en peligro de extinción, y al habitar en uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, tiene altas probabilidades de desaparecer si no se realizan esfuerzos por su conservación.

Por esta razón, el establecimiento de reservas ecológicas es una de las medidas más eficientes de proteger la especie.

Fundación Jocotoco lleva 19 años extendiendo su Reserva Canandé Tesoro para preservar la región del Chocó y crear un corredor biológico hacia la Reserva Nacional Cotacachi Cayapas.

El 61% del bosque del Chocó (1,8 millones de hectáreas) en Ecuador se ha deforestado, según el reporte del  Monitoring of the Andean Amazon Project (MAAP), publicado en julio de este año, una iniciativa de Amazon Conservation y Conservación Amazónica.

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Lo perdido está en la parte alta (superior a 1.000 metros), media (entre 400 y 1.000 m) y baja (menos de 400 m). La porción de selva de elevación baja es la más afectada con una pérdida del 68%. Únicamente en el periodo 2017-2018, 4.600 hectáreas se talaron.

"Al conectar puntos de biodiversidad protegidos, es posible crear conexiones de hábitat óptimo que garantice la sobreviviencia de especies frente a las amenazas, como el cambio climático y la deforestación", señala Jocotoco. (I)