El agua es vital para sobrevivir y en estos tiempos la electricidad es fundamental para casi todas nuestras actividades. Cuidar estos recursos ayuda a la conservación del planeta y a nuestro propio bienestar.

¿Sabías que solo 3 % del agua en el mundo es dulce? Y de este porcentaje, solo 12,14 % es accesible; y de esta, solo 0,34 % es apta para el consumo humano. No podemos desperdiciarla.

Igual sucede con la electricidad. El consumo energético en Ecuador se da en 49 % de fuentes térmicas (calor generado por combustibles fósiles); 45,6 % de fuentes hidráulicas; 1,6 % por biomasa; y apenas 0,3 % por fuentes eólicas y 0,1 % por solar, de acuerdo al Balance Energético Nacional del Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos (2015), donde además se especifica que 3 % restante de la electricidad en esa fecha se importó de Colombia y Perú. Estas cifras demuestran que predomina el consumo de electricidad generada por combustibles fósiles, es decir, contaminantes.

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La contaminación de las fuentes de agua es otro grave problema. La mayoría de las aguas residuales van a parar a los cuerpos de agua y llevan aceites, fungicidas, insecticidas, entre otros componentes que afectan a este líquido indispensable para la vida.

En 2017, 41,7 % de los Gobiernos Autónomos Descentralizados consideró que la principal afectación ambiental en su jurisdicción fue por contaminación de agua, seguido por deforestación con 20,8 % y 12,5 % por actividad minera, según los últimos datos del Censo de Información Ambiental Económica en GAD Provinciales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Cada grado que se aumenta (en invierno) o se disminuye (en verano) la temperatura de climatización supone un incremento energético del 7 %. Lo ideal es mantener una temperatura promedio de 22 grados.

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Ahorrar agua y electricidad van de la mano para ayudar a cuidar el ambiente.

¿Qué hacer?

  • Básico: Apaga las luces que no estés usando.
  • Prefiere electrodomésticos con eficiencia energética y desconéctalos cuando no los uses, pues aún apagados consumen electricidad.
  • Al usar la lavadora, hazlo con agua fría y en su máxima capacidad. Así ahorras energía y aprovechas el agua.
  • Evita que el aire acondicionado esté en dirección al sol y limpia los filtros con frecuencia. Esto reduce el consumo energético y, seguramente, ahorrarás dinero también.
  • Al cepillarte los dientes, cierra la llave de agua. Mejor aún, usa un vaso con agua para reducir el desperdicio.
  • Toma duchas cortas. No necesitas que el agua corra mientras tú te exfolias o cantas 5 canciones, ¿verdad?
  • Pon una o dos botellas con arena dentro del tanque del inodoro, así reduces el líquido gastado en cada descarga.

Toma conciencia

Intenta pasar un día sin agua potable o un día sin energía eléctrica. Solo imaginarlo resulta difícil. Estamos acostumbrados a tener estos recursos y por ello, tal vez, no los valoramos como deberíamos. Pero el agua y la electricidad son recursos limitados. Reflexionar sobre la importancia de ellos es vital de nuestra sobrevivencia y desarrollo.

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Pasa a la acción

Pon en práctica los consejos que hemos mencionado y muchos otros que permitan ahorrar el líquido vital y el consumo eléctrico. No solo estarás ayudando al ambiente sino también a tu bolsillo.

Crea el hábito

Puedes colocar pequeñas notas junto a los interruptores (¡Apagar! / ¡Ahorra!), instrucciones junto a la lavadora o aire acondicionado. Si lo haces día a día, se volverá una costumbre y estarás ayudando al planeta.

¡Es más fácil de lo que crees! Vamos a transformar nuestro universo en un EcoUniverso. (F)