La mañana de este viernes miembros de la Fundación Cóndor Andino Ecuador confirmaron, en rueda de prensa, que la muerte del cóndor hembra Ami, registrada el pasado 12 de diciembre entre los cantones de Salcedo y Pujilí, provincia de Cotopaxi, fue porque el ave comió carroña mezclada con agrotóxicos.

Muestras del cadáver del cóndor se enviaron al Departamento de Toxicología del Instituto de Ciencias Veterinarias Forenses de Colombia para confirmar el diagnóstico.

 

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Diego Medina, de la Clinica Veterinaria Planeta Vida, durante la necropsia a Ami. Foto: Cortesía Fundación Cóndor Andino Ecuador 

"Presumimos que Ami no comió de forma directa la carroña sino que comió carne del cadáver de un perro feral que murió por la carroña ya que los agratóxicos son tan fuertes que si Ami hubiera comido directamente en ese instante moría. Ella estuvo enferma cerca de diez días antes morir", aseguró Sebastian Kohn, director de la fundación.

También se alertó sobre el problema de los perros domésticos que se han vuelto ferales en los páramos. "Estos perros atacan el ganado y la gente quiere envenenarlos, pero se puede matar a otras especies. Esperemos que este sea el último caso de envenenamiento en la vida silvestre", dijo Martín Bustamante, vocero del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino.

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Fabricio Narváez, técnico de la fundación Cóndor Andino, dijo que no hubo evidencias de un proceso en que haya habido o que sugirieran cacería pues no encontraron ni entradas ni salidas de agujeros de perdigones o balas en el cuerpo del ave.

Ami tenía un rastreador satelital como parte de un proyecto para la conservación de su especie. Foto: Sebastian Kohn Fundación Cóndor Andino 

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Lo que si se encontró fue un hematoma en su parte abdominal. Se tomaron muestras de tejido, de sangre y se decidió buscar rastros de venenos o las causas en función de un análisis toxicológico de tejidos.

El especialista expresó que se hizo un barrido en la zona donde se encontró el cuerpo del ave a fin de determinar si existían otros cóndores muertos y determinaron que no.

Ami, que formaba parte de un proyecto de monitoreo y conservación de la especie, es el primer caso en Ecuador de envenenamiento, pero a nivel regional son 120 cóndores que han muerto de esta forma en el último año. (I)