Con la versión que rindieron este lunes Carlos López y Pablo Fuertes suman ya cinco los exalumnos del Colegio Mejía, de Quito, que han llegado a la Fiscalía para hablar de la presunta tortura que recibieron, el 18 de septiembre de 2014, al interior del Regimiento Quito, por parte de agentes de la Policía, luego de una protesta estudiantil.