Con la versión que rindieron este lunes Carlos López y Pablo Fuertes suman ya cinco los exalumnos del Colegio Mejía, de Quito, que han llegado a la Fiscalía para hablar de la presunta tortura que recibieron, el 18 de septiembre de 2014, al interior del Regimiento Quito, por parte de agentes de la Policía, luego de una protesta estudiantil.

Gonzalo Realpe, abogado de los denunciantes, explicó que el testimonio de Fuertes era el más importante de los dos que se tomaron la mañana de este lunes. Según el defensor, Fuertes habría sido víctima de un maltrato tal que por solo pedir ser escuchado por el Ministro del Interior del la época, Serrano, de una patada un agente policial le habrían sacado un diente.

El 10 de julio pasado, quince exalumnos del Colegio Mejía reconocieron en Fiscalía su firma en una denuncia por el delito de torturas que colocaron directamente contra el exministro del Interior, José Serrano, y el expresidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Gustavo Jalkh.

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"Avanza el proceso y algunos estudiantes y padres de familia han rendido su versión. Lamentablemente ningún oficial de la Policía ha comparecido y tampoco la jueza Daniela Mayorga ha llegado a dar su versión. Pediremos que sea traída por la fuerza pública, pues creo que la jueza no acudirá voluntariamente a los llamados", dijo Realpe.

José Serrano, actual asambleísta y uno de los denunciados, fue llamado por segunda ocasión a rendir versión el 29 de agosto próximo a las 15:00. De no llegar a la diligencia, apuntó Realpe, la Fiscalía deberá ordenar que comparezca pero con el uso de la fuerza pública.

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El 13 de agosto pasado, cerca de 25 minutos duró la versión que dio el expresidente del CJ, Gustavo Jalkh, en esta investigación previa.

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Según Realpe, el exfuncionario judicial no aportó nada a la indagación, pues solo dijo que desconoce los hechos y que tampoco conoce a los subalternos que actuaron en las diferentes instancias de juicio. (I)