La solicitud de juicio político en contra del vicepresidente de la República, Jorge Glas, preso acusado de asociación ilícita, lleva un mes a la espera de que el Consejo Administrativo de la Legislatura (CAL) verifique si se cumplen los requisitos.

El pedido se presentó el 7 de noviembre. La Ley de la Función Legislativa no determina plazos para que el CAL conozca y verifique el cumplimiento de requisitos. Lo que señala es que los peticionarios deben presentar la formulación de los cargos y el anuncio de la totalidad de la prueba acompañado de la prueba documental que se disponga en ese momento.

Si el CAL verifica que se cumple con los requisitos, el expediente será remitido a la Corte Constitucional, a fin de que emita el dictamen previo de admisibilidad. Pero si CAL establece que la solicitud no reúne todos los requisitos dispondrá a los solicitantes que la completen dentro del plazo de tres días. De no completarse, sin más trámite, se archivará el proceso.

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El jefe de la bancada de CREO, Roberto Gómez, condenó la demora del CAL, más aún cuando el fiscal general acusó al segundo mandatario de ser parte y beneficiario de toda una organización delictiva que daba y recibía coimas a cambio de contratos con el Estado.

Cuando se ofrece y se reciben coimas, constituyen acciones que caen dentro del cohecho, peculado, concusión y enriquecimiento ilícito, que son las causales para enjuiciar a Glas, afirmó Gómez, quien anunció que en esta semana harán un llamado al CAL, para que la Asamblea no se quede inmóvil.

Guillermo Celi (SUMA) dijo que es la Corte Constitucional y la Comisión de Fiscalización, a posterior, las que califican la admisibilidad y las pruebas presentadas en este proceso.

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El socialcristiano Henry Cucalón anunció que coordinadores de los bloques de oposición acordaron volver a insistir en esta semana al CAL de la urgencia del tema. Pasaron 30 días y hasta ahora el “todopoderoso CAL” no avoca conocimiento. Dijo que el hecho de que el vicepresidente sea esta semana sentenciado penalmente, no limita el proceso de enjuiciamiento político. (I)