Un trabajador de Japón redujo sus raciones de alimentos, soportó calor, retó las bajas temperaturas y transitó por muchas calamidades porque decidió ahorrar al máximo. Reconoció que su vida se volvió “miserable” y para tener una idea de lo que hacía dice que “en invierno realizaba sentadillas” para entrar en calor.
Ese hombre asumió vivir de manera precaria, de plantar cara a todo tipo de sacrificio manteniendo un firme propósito: poder disfrutar de una jugosa jubilación a temprana edad.
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A los 45 años afirma a medios que han conocido su historia que ya tiene ahorrados aproximadamente 870.000 dólares.
Ahorro al máximo
“Trabajando duro y haciendo horas extras puedes alcanzar la felicidad futura”. Eso piensa este japones que para “amasar” su fortuna no solo dobló jornadas en la oficina.
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Al abrocharse el cinturón de los ahorros hizo cosas como estas, de acuerdo con Antena 3 que cita al medio South China Morning Post:
- No contó con calefacción y por años tuvo el microondas dañado. Tampoco tenía aire acondicionado.
- Cuando le pegaba el calor, se “refrescaba con una camiseta mojada”.
- Pero en el duro invierno le metía a las “sentadillas” para alejar el frío.
- La alimentación era básicamente: un tazón de arroz, frutas y verduras.
- Al tener el microondas “malo”, “comía batatas y en verano para cocinarlas las colocaba en el parabrisas del coche de un amigo”.
- Pocos días hacía su cena. Regularmente solo consumía de noche una bebida energética.
Sin embargo, “no pagaba por ellas. Las obtenía a través de los puntos gratuitos en tiendas”.
- Durante dos décadas vivió en el dormitorio de una empresa, pagando, mes a mes, de alquiler, 190 dólares.
Los frutos del esfuerzo
La historia de este hombre, cuya identidad no ha trascendido, se viralizó.
Después de 20 años y 10 meses de trabajo y sacrificio ahorró más de 800.000 dólares.
Ya tiene el microondas activo y sus comidas han mejorado. Según reseña Antena 3, puede servirse hasta cuatro huevos cocidos por las mañanas.
Afirma que volcó su experiencia en un libro, para detallar más su polémico estilo de vida.
Mira hacia atrás y advierte cómo vivía con “lo mínimo”.
En el South China Morning Post le preguntan sobre su pasado y con absoluta sinceridad califica con una palabra lo que vivió en carne propia en más de 2 décadas. El término empleado fue: “miserable”. (I)