Usualmente la glucosa es conocida como el azúcar en la sangre. Esta ingresa al organismo a través de los alimentos como el pan, las frutas y los vegetales que se consuman y es la insulina la hormona encargada de llevarla a las células que viajarán por el torrente sanguíneo para convertirla en energía para el cuerpo.

Pese a que su presencia es muy relevante para el funcionamiento óptimo del organismo, el azúcar se debe consumir moderadamente, ya que si no se controla, el paciente se expone a los efectos permanentes y graves como la diabetes, reseña Prensa Libre.

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La diabetes es una enfermedad crónica que impide al páncreas producir los niveles adecuados de insulina para equilibrar la glucosa en la sangre, y si no se controla, muchos órganos como los ojos, los riñones y el corazón pueden comprometerse gravemente.

Para evitar sufrir complicaciones con la glucosa en la sangre, los niveles deben evaluarse constantemente | Foto: Freepik

¿En cuánto debe estar el nivel de glucosa en sangre?

Si dos horas después de comer una persona tiene los valores por debajo de los 140 mg/dl, está bien. Si los tiene de 140 a 199 mg/dl, es prediabética y si está por encima de los 200 mg/dl es diabética, detallan los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

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¿Qué pasa cuando el azúcar en la sangre sube a 500?

Si los niveles de la glucosa son extremadamente altos, el excedente de azúcar pasa de la sangre a la orina, lo que genera la eliminación de una gran cantidad de líquido en el cuerpo. Mayo Clinic asegura que es tan grave que la vida puede estar en riesgo o incluso caer en un coma diabético.

Las tres infusiones más efectivas para controlar la glucosa o azúcar alta en la sangre de forma natural

Cuando la persona entra en coma diabético significa que está viva, pero no tiene la capacidad de despertarse ni de responder intencionalmente a las imágenes, los sonidos o cualquier otro tipo de estímulo. Si no se trata, puede morir.

Antes de entrar en coma diabético, la persona sentirá aumento de la sed, micción frecuente, visión borrosa, cansancio o debilidad, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, falta de aire, dolor estomacal, aliento con olor frutal y la boca muy seca.

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