La vitamina E, un antioxidante natural presente en aceites vegetales, frutos secos y hortalizas, posee un papel crucial en la salud del hígado, especialmente en casos de hígado graso.

Estudios recientes revelaron su potencial para mejorar los síntomas y reducir el daño hepático en esta condición que se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado. Si bien la alimentación y el ejercicio son pilares del tratamiento, la vitamina E ha emergido como un complemento efectivo, tal como resalta Mayo Clinic.

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Vitamina E: Un aliado natural contra el hígado graso

La vitamina E ayuda a reducir los síntomas y el daño que causa el hígado graso. Foto: Freepik

Investigaciones como la realizada por el Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Medicina de Aichi en Japón, han demostrado que la vitamina E no solo alivia los síntomas del hígado graso como la fatiga o el dolor abdominal, sino que también ataca el problema de raíz.

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“Desde el punto de vista de la patología celular, la vitamina E demostró reducir la esteatosis (retención anormal de lípidos en la célula que altera el núcleo), la inflamación lobular e incluso el balonamiento hepatocelular del hígado”, indicó al respecto Semana.

Además de esto, este nutriente aumenta la absorción de las grasas, mejora el sistema inmunológico y protege a las células de los daños que causan los radicales libres, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Cómo tomar vitamina E para los síntomas del hígado graso

Uno de los síntomas más comunes del hígado graso es el dolor abdominal Foto: Freepik

Si bien el estudio japonés confirmó que los efectos de la vitamina E en suplementos son positivos, Mayo Clinic resalta que sus propiedades antioxidantes son más efectivas cuando se obtienen de forma natural a través de la comida.

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Además, la organización sin fines de lucro resalta que se debe consultar con un médico antes de iniciar su consumo para determinar la dosis adecuada, porque el consumo excesivo de suplementos de vitamina E por más de dos años puede generar resistencia a la insulina.

(I)

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