Por Martha Belén Ortiz Celi*
Las dislipidemias que engloba el que un paciente tenga colesterol o triglicéridos elevados constituyen un grave problema actual, ya que condicionan un incremento en la predisposición a que las personas padezcan enfermedades cardiovasculares. Las poblaciones afectadas con hipertrigliceridemia pueden llegar a controlarlo de manera natural si se lo proponen por medio de la alimentación.
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Se estima que el 80 % de los ataques cerebrovasculares, enfermedades isquémicas del corazón y diabetes podrían prevenirse a través del control de sus principales factores de riesgo, los cuales incluyen alimentación no saludable, tabaquismo, inactividad física y consumo excesivo de alcohol, ya que existe una asociación entre estos factores con el aparecimiento de la presión arterial elevada, la hiperglicemia y el hipercolesterolemia.
Partiendo de que el rol del nutricionista en la educación alimentaria resulta esencial para identificar y evaluar estos problemas, así como para intervenir en políticas generales de salud y programas de formación y nutrición es necesario crear instancias de cambios de hábitos de vida saludable.
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Tengan en cuenta que se considera necesario y vital un cambio en la distribución de la ingesta alimentaria cuando existen valores de triglicéridos totales mayores a 150 mg/dl.
La recomendación prioritaria como hemos mencionado va dirigida al cambio de estilo de vida: plan alimentario con bajo contenido de azúcares refinados, bajo consumo de alcohol, incremento de la actividad física, descenso de peso si amerita y suspensión del tabaco. En valores mayores a 500 mg/dl, considerar el empleo de fibratos que deben ser preescritos directamente por el especialista en medicina interna o cardiólogo.
Recientes ensayos clínicos han demostrado los beneficios de los ácidos grasos omega 3 sobre el riesgo cardiovascular, principalmente por la disminución de triglicéridos y lipoproteínas aterogénicas. El otorgar suplementación con omega 3 de origen animal es prometedor en pacientes con hipertrigliceridemia que no pueden usar la terapéutica tradicional por ocasionar efectos adversos. Sin embargo, estas investigaciones deberán continuarse para valorar la eficacia y la seguridad de estos enfoques a largo plazo.
Bebidas caseras para bajar los triglicéridos y el colesterol
La dieta mediterránea es ideal para disminuir el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares y por enfermedad cerebrovascular. Adicionalmente es un régimen alimentario libre de azúcares refinados, este patrón se caracteriza por un elevado consumo de frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas, frutos secos, pescados, carnes blancas y aceite de oliva. Además, incluye una ingesta moderada de lácteos fermentados, bajo consumo de carnes rojas y el uso de vino con moderación, es decir, ocasionalmente.
Los componentes bioactivos mejor reconocidos como responsables de los efectos beneficiosos de esta dieta son los antioxidantes, la fibra y los fitoesteroles, provenientes de productos vegetales, verduras, frutas, legumbres, aceite de oliva virgen y vino; los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva; los ácidos grasos omega 3 provenientes de productos marinos y de frutos secos; y desde luego los probióticos derivados de alimentos fermentados como queso y yogur.
La fibra alimentaria debe ser prioridad cumplir su consumo a diario, se divide en fibra soluble e insoluble; en la dislipemia es necesario el consumo predominante de fibra soluble, ya que disminuye los valores séricos de colesterol total y LDL, así como de los triglicéridos. Se recomienda, entonces, un consumo diario de entre 20 y 30 g de fibra, sobre eso como mínimo 15 g de fibra soluble. Se puede lograr un aporte mediante la ingestión de avena, cereales integrales, como arroz integral, granos como garbanzos y semillas enteras, frutas cítricas naturales no en jugos, manzana, pera y nectarinas.
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Adicionalmente, el incluir alimentos ricos en fibra es un factor determinante de saciedad, disminuyendo la ingesta energética y facilitando el control del peso corporal; si una persona además de tener triglicéridos alterados presenta obesidad, será necesario estimular una pérdida inicial de 5-10 % de su peso actual.
Por otra parte, se ha visto que dietas elevadas en carbohidratos simples y complejos pobres en contenido de fibra al transformar el alimento o ultraprocesarlo como el caso de que hayan sido preparados en recetas combinadas con alimentos copiosos en grasa, azúcar y sal, junto con un bajo aporte de antioxidantes y fibra, son perjudiciales para la salud y originan la tendencia a padecer dislipidemias.
Los ecuatorianos necesitamos acrecentar el consumo de alimentos mediterráneos, contribuyendo a que la población disponga de platillos de mayor calidad nutricional que promuevan su salud, previniendo la tasa creciente de enfermedades crónicas.
Receta
Ensalada campestre
Las hojas verdes, brotes y microgreens otorgan mucha fibra, considerada hepatoprotectora, colerética, colagoga, hipocolesterolemiante y coadyuvante en las dietas destinadas a controlar el peso, por lo que ayuda a mantener los niveles de triglicéridos normales en sangre.
Ingredientes:
- 1 puño de kale troceado masajeado con aceite de oliva
- 1 puño de brotes de brócoli o alfalfa
- 1 puño de baby espinaca troceada
- 1/2 tz. de tomates cherries
- 2 cdas. de chía o linaza
- 1 pepa de ajo o 1 cdta. de jengibre natural rallado
- 1/4 tz. de vinagre especiado
- 1 cda. de aceite de oliva extra virgen
- Perejil
- Sal
- Opcional: flores comestibles
Preparación:
1. Trocear todas las hojas verdes.
2. Mezclar los vegetales completamente con el aceite de oliva extra virgen.
3. El aderezo será vinagre especiado combinado con ajo o jengibre rallado y sal.
4. Añadir el perejil o flores comestibles para decorar.
*M. Sc. Martha Belén Ortiz Celi
Nutricionista clínica /Chef en Gastronomía Nutricional
Miembro de la Asociación de Nutricionistas del Guayas
Telf.: 098-460-6790 (I)