Si una persona tiene diabetes, hacer actividad física puede ayudar que el organismo tenga más sensibilidad a la insulina, que es la hormona que permite a las células del cuerpo usar el azúcar en la sangre para producir energía.
Mantenerse en movimiento con ejercicios permite que el paciente controle sus niveles de glucosa en la sangre; también disminuye el riesgo de sufrir daños en órganos vitales como el corazón, los riñones o los ojos, detallan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Especialistas recomiendan hacer por lo mínimo 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana. Esto se traduce a ejercitarse entre 20 y 25 minutos por día, aunado a esto, al menos dos días a la semana la persona también deberá ejercitar los músculos de las piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombro y brazos.
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Para ello se pueden hacer ejercicios como: caminar rápido, realizar los quehaceres del hogar, bailar, nadar, montar bicicleta o practicar algún deporte.
¿A qué hora caminar para equilibrar la glucosa en la sangre?
La revista Welife menciona un estudio llevado a cabo por los especialistas Alan E. Donnelly y Brian P. Carson, en el que se halló que la mejor hora para salir a caminar y controlar la glucosa en la sangre es justamente después de cada comida, con un margen de hasta una hora y media luego de terminar de comer.
Con esta investigación se buscaba demostrar que una persona que se levanta y da un pequeño paseo liviano que dure entre dos y cinco minutos después de cada comida, puede obtener efectos positivos contra el sedentarismo, por lo que, basados en los hallazgos de la investigación, los científicos recomiendan acumular 28 minutos de paseo a diario.
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Descubrieron que no es necesario que una persona haga grandes esfuerzos ni actividades físicas de mucha intensidad; sólo con levantarse de la silla después de cada comida y dar un paseo moderado, ya es un aporte significativo a la disminución de azúcar en la sangre.
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