Incluir los frutos secos dentro de una alimentación equilibrada puede aportar beneficios a la salud, especialmente cuando se trata de prevenir enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

De acuerdo a la Fundación Española del Corazón, los frutos secos cuentan con una gran cantidad de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que disminuyen el nivel del colesterol LDL (malo) y los lípidos de la sangre, sin dejar de lado que proporcionan fibra, proteínas, vitaminas (especialmente la E), ácido fólico, minerales, esteroles vegetales, fitoestrógenos y otros fitonutrientes.

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Los frutos secos se pueden consumir en cualquier momento, y esto se debe a que tienen una gran cantidad de propiedades que los hacen ideales para complementar el desayuno, la merienda e incluso para ser consumidos como un pequeño snack entre horas de trabajo. En caso de buscar sentir saciedad y disfrutar al máximo de sus propiedades, los frutos secos se pueden comer crudos o tostados.

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¿Cuál es el mejor fruto seco para cuidar del corazón?

Pese a que todos los frutos secos contienen propiedades específicas, la cardióloga Magdalena Perelló destaca uno entre todos por sus propiedades a favor del corazón, se trata de las nueces, que tienen un alto contenido de omega 3 de origen vegetal (ácido alfa-linolénico) que es el principal responsable de las propiedades saludables de las nueces.

Estos alimentos ayudan a limpiar las arterias del exceso de grasa acumulada y previenen la aterosclerosis o infartos

Este ácido graso esencial tiene propiedades antiinflamatorias, lo que favorece la disminución del colesterol malo y los triglicéridos, sin dejar de lado que protege los vasos sanguíneos. También, al contener polifenoles antioxidantes que favorecen la elasticidad de los vasos, promueven una mejor circulación.

Por otra parte, este fruto seco tiene efectos antiarrítmicos, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas graves.

(I)

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