El aloe vera es una planta conocida por sus múltiples propiedades curativas. Tanto así, que se le considera “milagrosas” dentro del mundo de la medicina natural y, aunque a algunos les sorprenda, esta planta también es cada vez más utilizada en el área culinaria. No tanto por su sabor, si no por su textura.

Si eres de los que no se imaginan el uso del aloe vera en la preparación de exquisitos platos, te invitamos a leer lo que debes saber acerca de su uso en la cocina.

La Varguardia publicó que se puede comer solo la parte externa de las hojas, al igual que la parte gelatinosa que se encuentra en su interior. La sustancia denominada aloína o látex, de color amarillo, presente en medio de estas dos no es comestible.

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Beneficios del aloe vera para el estómago

Su sabor no es nada atractivo al paladar, de hecho se podría decir que es algo amargo y con regusto a hierba, pero es fácil disimularlo cuando se mezcla con frutas y verduras, o se integran en ensaladas, cremas o postres. Incluso algunos gustan de añadir su jugo a cócteles y batidos.

Las elaboraciones más comunes en donde encontramos esta planta son ensaladas, ceviches y otros platos fríos, como el salmorejo, gazpacho o ajoblanco.

Los más arriesgados experimentan con su sabor en guisos de pescado, de carne o pasta. Hay incluso quien fríe la parte externa para servirla como aperitivo crujiente.

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El aloe vera tiene propiedades gelificantes, estabilizantes y emolientes por lo que sirve para espesar salsas, evitar que se corte una mayonesa, darle untuosidad y cuerpo a cremas y purés, le da consistencia a las mermeladas, cremosidad a los helados y también es útil en la repostería.

La aloe vera tiene propiedades gelificantes, estabilizantes y emolientes por lo que sirve para espesar salsas, evitar que se corte una mayonesa.

Bloquea las bacterias. Un estudio elaborado en 2014 por la Universidad británica de Cambridge confirmaba la capacidad de su gel para prolongar la vida de las frutas y verduras si se cubrían con él.

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Son muchos sus beneficios nutricionales pero algo muy importante es que no afecta a los alérgicos al gluten, por lo que puede sustituir a la harina y otros productos que la contienen como espesante. Y otro dato: no aporta nada de calorías a los preparados.

Los beneficios del agua de aloe vera con limón para tu salud

Cómo incluir el aloe vera en tus recetas

  • Se debe comprobar que se trate de una variedad comestible, ya que algunas de ellas son venenosas, por lo que no se deben utilizar en la preparación de ninguna comida.
  • Cortar las hojas lo más cerca posible de la base y luego pelar los dos extremos a lo largo, de esa manera se puede liberar el gel.
  • Antes de hacerlo es necesario sumergirlas en agua limpia durante no menos de 10 minutos para que salga la aloína. Cuando el agua se torne amarilla, debemos cambiarla y dejarla un rato más hasta que quede completamente transparente. Otra alternativa es mantenerlas toda una noche en agua con sal.
  • Si se desea y según el uso que se le vaya a dar, separar la piel del gel. La mejor forma es con un pelador de verduras, pero vale también un cuchillo de hoja fina, porque de lo que se trata es de extraer el gel sin dañarlo.
  • El aloe vera se conserva en la nevera durante una semana, procesado o antes de extraer el látex. Si lo que se guarda es el gel, se aconseja hacerlo en la cubitera para usarlo en pequeñas dosis cuando se precise como texturizante. Eso sí, con la precaución de descongelarlo por completo antes de usarlo.
  • Varios chefs ya han elaborado muchas recetas utilizando la aloe vera, Si te provoca probar tus habilidades culinarias con esta planta, tienes a la mano las que están en casa (en el jardín, el patio o el huerto), pero además en las tiendas especializadas la puedes conseguir, Allí ofrecen diversos productos derivados: en trozos, picada, en polvo o en jugo.

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