La diabetes tuvo uno de sus picos de muertes más alto en el año 2019, cuando causó el fallecimiento de más de 2 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

En un informe recientemente publicado por la Organización Panamericana de la Salud se reveló que hasta 2019, en Ecuador había una población de 17.374.000 personas, de la que 6.305 murieron de diabetes. Pese a todos estos datos, hay muchas personas que pueden padecer de esta enfermedad crónica y no saberlo.

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Para tener certeza de este diagnóstico, la Asociación Americana de la Diabetes le recomienda a las personas mayores de 35 años que se realicen los exámenes para detectar esta enfermedad. Especialmente si tienen sobrepeso u otros factores de riesgo que tengan que ver con la prediabetes o la diabetes tipo 2.

Un enemigo silencioso

Otra recomendación es que si una persona está sintiendo los síntomas relacionados a esta patología, esta debe acudir a hacerse los exámenes correspondientes.

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Sin embargo, hay veces en las que no es tan sencillo detectarlos, incluso, algunos síntomas pueden hacerse presentes de una forma tan aleatoria y gradual que alguien puede tener diabetes tipo 2 por años y no estar enterada, ni siquiera sospecharlo.

La diabetes se establece cuando la glucosa en ayunas se encuentra de forma constante sobre 126 miligramos por decilitro. Foto: Shutterstock

Síntomas en la lupa

El portal MedicalNewsToday menciona algunos de los síntomas más frecuentes de la diabetes, entre ellos están:

  • Deseos de beber agua todo el tiempo: la persona puede sentir muchas ganas de tomar agua; incluso, el medio especializado en salud Health Talk afirma, que el sujeto en cuestión puede tomar más de 4 litros de agua en un día.
  • Más idas al baño para orinar: en el caso de la diabetes tipo 2, que es más frecuente en personas de más de 40 años, incrementa la cantidad de veces que las personas van al baño para orinar. Una alarma es, por ejemplo, que alguien vaya más de entre cuatro y siete veces al día, sobretodo si debe levantarse en varias ocasiones durante la noche para orinar.
  • Hambre descontrolada: la persona siente hambre constantemente, sin importar si comió recientemente. Esto se debe a que no recibe la suficiente energía de la comida.
  • Cansancio presente: cuando los niveles de glucosa en la sangre están muy elevados, la persona afectada puede sentir que sus niveles de energía están más bajos de lo normal, por lo que se puede sentir mucha fatiga.
  • Se pierde peso involuntariamente: puede que alguien esté bajando de peso de forma inexplicable, pues no se ha sometido a ninguna dieta o a alguna rutina de ejercicios. Esto se puede deber a las cantidades de veces que se va al baño a orinar así como por la cantidad de calorías que se pierden y no se recuperan, según explica The Healthy.

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