Los riñones son un par de órganos que tienen forma de frijol y son del tamaño de un puño. Su función es eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo; también se encargan de eliminar el ácido producido por las células del cuerpo para mantener el equilibrio sano de agua, sales y minerales en la sangre.

También producen hormonas capaces de controlar la presión arterial, producir glóbulos rojos, mantener los huesos fuertes y saludables.

Cuando este equilibrio falla, se verán afectados los nervios, los músculos, así como otros tejidos en el cuerpo no funcionarán con normalidad, reseña el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney and Diseases.

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Cómo prevenir la enfermedad renal

Hay formas de prevenir y controlar la enfermedad renal. En gran parte, esto se puede lograr a través de las bebidas, especialmente las naturales, ya que tendrán una influencia positiva o negativa en la vida útil de los riñones.

Para la cuidar estos órganos es importante reducir el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas o de ciertos alimentos que pueden perjudicarlos.

¿Cálculos en los riñones? Estos jugos te ayudan a eliminarlos de manera natural

Ahora, entre las bebidas que sí se pueden tomar están los jugos de arándanos rojos, el agua con limón y el café, ya que pueden colaborar en la protección de todo el sistema renal, aunque moderadamente.

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No obstante, la bebida más recomendada para fortalecer los riñones es el agua natural, debido a que no tiene calorías, tiene aportes positivos a la digestión, al cuidado de la piel y ayuda a los riñones a eliminar los desechos a través de la orina, expone Yahoo Style.

El jugo de arándanos ayuda al cuidado de los riñones | Foto: Freepik

Una enfermedad silenciosa

La enfermedad renal es el transtorno no transmisible de más rápido ascenso en Estados Unidos, pues afecta a 37 millones de personas en ese país, lo que es igual al 15% de la población adulta en ese país, según datos de la American Kidney Fund.

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Suele tener el nombre de epidemia silenciosa, ya que esta enfermedad no presenta síntomas hasta que los riñones ya se encuentran dañados y una vez que empiezan a fallar, los pacientes son dependientes de diálisis de por vida o de un transplante de riñón.

(I)

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