Nicole Kidman, Letizia Ortiz y Renee Zelwegger son algunas de las mujeres más famosas del mundo que están desafiando el estereotipo de la mujer delgada y sin músculos. Sus brazos bien definidos y marcados suelen ser criticados en las redes sociales y hasta especialistas de moda.

Aunque la lucha de la mujer por lograr su independencia y la igualdad de género ha sido larga y costosa, aun esta imagen choca con los preceptos de feminidad.

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Nerea Povedano, una entrenadora de Cross Training, explica a ELLE según su percepción el por qué las mujeres que lucen músculos generan temor y rechazo.

Existen mitos infundados que sugieren que las mujeres que entrenan fuerza se volverán excesivamente musculosas, lo cual es improbable desde el punto de vista biológico, debido a diferencias en la producción de testosterona y la composición muscular en comparación con los hombres.

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La crítica hacia las mujeres musculosas podría estar arraigada también a la resistencia al cambio. A medida que la noción de la esbelta figura femenina de los años 50 pierde terreno, se reconoce que la fuerza no solo conlleva beneficios físicos, sino también mejoras en la salud en términos de composición corporal y reducción de grasa.

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A pesar de esto, el escrutinio constante sobre el cuerpo de las mujeres persiste. Una figura muscular desafía no solo el ideal de delgadez, sino también el concepto de debilidad y fragilidad que algunos prefieren mantener.

(I)

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