Los pterosaurios, que dominaron los cielos en el Triásico, Jurásico y Cretácico, evolucionaron para surcar el aire en condiciones cálidas y húmedas del Triásico Tardío, hace 220 millones de años.
En un artículo publicado en Nature Ecology & Evolution, un equipo de investigación -que incluye académicos de la Universidad de Birmingham, el University College de Londres y la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Núremberg - combinó datos sobre la distribución de fósiles en el período Triásico con información sobre el clima antiguo en las mismas zonas, detalla Europa Press.
Publicidad
El equipo se centró en la distribución de dos grupos estrechamente relacionados: los pterosaurios y los lagerpétidos. Los lagerpétidos, que vivieron hace aproximadamente 240-201 millones de años, eran un grupo de reptiles activos, relativamente pequeños (del tamaño de una rata a un perro), que habitaban en la tierra y los árboles. Estos pequeños reptiles terrestres se consideran ahora los parientes más cercanos de los pterosaurios, según revela el estudio, y toleraron una gama más amplia de condiciones climáticas que sus parientes voladores, incluyendo las zonas áridas de la antigua Pangea. Esta amplia tolerancia resultó en una amplia distribución de este grupo.
Los pterosaurios, por su parte, parecen haber estado inicialmente confinados a las condiciones más húmedas presentes en áreas más pequeñas del mundo antiguo, según fósiles hallados en las actuales Italia y Austria, y en el suroeste de Estados Unidos, todas regiones que en aquel entonces estaban cerca del ecuador.
Publicidad
Durante el Triásico Tardío, las condiciones climáticas cambiaron en todo el planeta, lo que provocó un aumento general de las condiciones cálidas y húmedas fuera del cinturón ecuatorial. Esto se convirtió en una oportunidad que permitió a los reptiles voladores extenderse rápidamente por todo el mundo, incluyendo zonas de alta latitud como lo que hoy es Groenlandia y Sudamérica.
Davide Foffa, de la Universidad de Birmingham y autor correspondiente del artículo, afirmó en un comunicado: “Los pterosaurios cautivan la imaginación, con la idea de que eran reptiles aterradores que dominaban el aire en la época en que los dinosaurios vagaban por el mundo. Sin embargo, sus orígenes aún son un misterio. Nuestro estudio aporta nueva información a este enigma, sugiriendo que su evolución temprana durante el Triásico hasta convertirse en un grupo dominante podría haberse visto favorecida por los cambios climáticos y ambientales”.
Cuando los climas globales cambiaron y se abrieron corredores forestales, esas mismas alas los catapultaron a todos los rincones del planeta y, finalmente, los ayudaron a superar una de las mayores extinciones de la Tierra. Lo que comenzó como una historia de fósiles desaparecidos se está convirtiendo en un ejemplo clásico de cómo el paleoclima, la paleoecología y la innovación evolutiva se entrelazan para arrojar luz sobre una historia fragmentada que ha intrigado a los paleontólogos durante dos siglos. (I)