Son 400 años los que tarda en degradarse una funda plástica, y la primera en el mundo fue creada en la década de los 60, es decir, que esta funda aún permanece y le faltan más de 300 años para descomponerse.

Sin embargo, en Ecuador han ideado una bolsa a base de almidón de yuca que se degrada en entre tres y seis meses, y hasta es compostable.

La iniciativa surgió hace cuatro años en la compañía Cegabag, de acuerdo con su accionista Federico Astudillo. “Este proyecto se lo trajo a partir de unos empresarios que se pusieron en contacto conmigo hace unos cuatro años, y empecé a buscar a alguien que quisiera invertir en este proyecto. Ahora estamos elaborando fundas a base de almidón de yuca, un producto 100 % natural. No contiene nada de plástico”, cuenta Astudillo.

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Cegabag es parte del grupo empresarial CegaCorp. Poseen un certificado, emitido por la Escuela Superior Politécnica del Litoral, que garantiza que las fundas no son tóxicas ni contienen plástico.

Cegabag produce unas 300.000 fundas al mes, que es una mínima cantidad para las bolsas de plástico usadas en el país. Foto: Cortesía Cegabag.

“El almidón lo traemos en forma de pélets, muy parecidos a los pélets de plástico, pero natural. Lo que hacemos es el mismo proceso: va a una cortadora, selladora y sale la funda”, manifiesta Astudillo, y agrega que para la impresión se utiliza tinta vegetal.

Hay dos presentaciones de estas fundas: una mide 33 x 38 centímetros y la otra 33 x 50 cm. Se degradan en entre tres y seis meses. Y, si están expuestas a altas temperaturas, el proceso es más rápido.

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“La característica que hace diferente a esta funda de almidón de yuca de otras es que es autocompostable: no necesita ir a un centro de compostaje para destruirse, porque usted coge la funda, por ejemplo, la pone en agua caliente y se disuelve frente a su ojos”, señala Astudillo, quien menciona que la bolsa es más resistente que una de plástico, porque llega a soportar ocho kilos en la base.

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“Las fundas normales de plástico y oxobiodegradables siguen contaminando, porque les ponen metal dentro de la funda para que se oxide y se degrade, pero eso va al ambiente y lo que estamos respirando es óxido, y es malo”, dice el accionista de Cegabag.

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Además, Astudillo agrega que, si la funda a base de almidón de yuca no llega a descomponerse en la tierra y termina en el mar, no perjudica a ninguna especie. “Si la ingiere una ballena, delfín, no le va a pasar nada, porque lo que está comiendo es yuca y es inofensiva. Igual si es que permanece en la tierra: sirve como abono”, destaca.

Cegabag produce mensualmente unas 300.000 fundas de almidón, que es una mínima cantidad para las bolsas de plástico usadas en el país.

Y así lo señala el Ministerio del Ambiente: un ecuatoriano en promedio consume un total de 253 fundas plásticas al año, lo que representa 3,6 billones de fundas consumidas a nivel nacional, entre estas, hay fundas tipo camiseta, rollo, para basura y otras.

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Uno de los clientes de Cegabag es la multinacional Herbalife Nutrition. Esta empresa en Ecuador viene entregando sus productos en estas bolsas a base de almidón de yuca, como un plan piloto, desde 2020.

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Y, por la acogida de los usuarios, decidió migrar al 100 % desde el 2022, según Ximena Traversa, supervisora de Comunicación Corporativa de Herbalife Nutrition Ecuador.

“En Ecuador eliminamos las bolsas de plástico y hoy estamos promoviendo estas fundas que el proveedor nos garantiza que son elaboradas a base de almidón de yuca. Todos los productos se entregan con estas fundas a escala nacional. Y lo interesante es que tienen resistencia, porque nuestros productos son pesados y se garantiza ese servicio al cliente”, señal Traversa.

Herbalife Nutrition tiene presencia en más de 90 países, y la iniciativa está en Centroamérica y Sudamérica, específicamente en Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, donde hay un ahorro de plástico de 554 kilogramos. Cada país tiene su proveedor de fundas de almidón de yuca.

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En Ecuador registran un ahorro de plástico de un solo uso de 40 kilogramos anuales, y compran a Cegabag 100.000 unidades durante los doce meses del año con la presentación de 33 x 50 centímetros.

“Esto es algo que las empresas debemos seguir promoviendo en todos los públicos donde tenemos contacto, por ejemplo, distribuidores independientes, los mismos empleados, proveedores. A nosotros como país nos queda mucho por hacer; sin embargo, esos cambios suman mucho”, indica Traversa, quien también apunta que sus potes o recipientes son reciclados mediante una alianza con Gira, un gestor ambiental de residuos no peligrosos. (I)