Acaba de ser la presentadora de los Premios Especiales de la Academia Latina de la Grabación (Grammy Latino 2025), el 9 de noviembre, en Las Vegas, ceremonia en la que fueron reconocidos con el Premio a la Excelencia Musical los artistas Susana Baca, Enrique Bunbury, Iván Lins, Pandora y Olga Tañón. Es un trofeo que Myriam Hernández recibió en 2022, y es lo que más la tenía emocionada al momento de esta entrevista.
Aunque le da cierta curiosidad saber cómo está la temporada de conciertos en La Capital del Entretenimiento Mundial (también conocida como Sin City), los ojos le brillaban pensando en esa gala de la música latina, y en que en pocos días estará en Guayaquil para su rueda de prensa para hablar de la gira que lleva el nombre de su disco reciente, Tauro.
“Este álbum tiene muchas historias, tanto mías como inventadas o de gente a la que uno escucha”, explica. “Lo hicimos con (el productor y compositor) Jacobo Calderón. Es precioso, estoy muy orgullosa”. Allí están las canciones Invencible, Solo cuídate y adiós, Como el aire, en la que afirma que “no quiere ya ser de nadie”, sino tomar sola el timón de su vida.
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Así que ya que está al mando, para Tauro World Tour tomó también sus clásicos y les hizo nuevos arreglos junto con el director musical Roberto Trujillo. “Me tienen muy feliz, logran impactar de manera distinta a la que la gente está acostumbrada a escucharlas”. Tauro va a aterrizar en Latinoamérica, Centroamérica, Estados Unidos, Europa y, por supuesto, a Ecuador. “Es un país que adoro, que me ha tratado con un cariño impresionante y respeto siempre”.
Myriam Hernández, una artista en cambio permanente
Nacida en Santiago de Chile en 1965 como Myriam Raquel Hernández Navarro, la Baladista de América se convirtió en 1988 en la primera artista chilena en entrar en la lista Hot Latin Tracks de Billboard, con El hombre que yo amo, de su primer álbum de estudio. En los 10 siguientes años añadiría otros 5 discos, y en cada uno vendría al menos un hit: Ay, amor, Mío, Peligroso amor, Te pareces tanto a él, Se me fue, Huele a peligro.
En cada uno se ha renovado, es algo que ella ve como un imperativo. “Es parte de como te encuentras en ese periodo en que grabas las canciones. Siempre hay una evolución. Y obviamente van surgiendo cosas distintas en tu vida que te hacen crecer, cambiar, siempre y cuando no cambie tu esencia. Eso se va reflejando en un disco, en una canción, en una entrevista, en una gira, en una actuación. Es parte de la vida”.
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Y también es parte de la vida que una canción de Myriam Hernández venga cargada de pasiones intensas, no importa la década. Así es en lo musical, y también en el día a día. “Soy una mujer muy apasionada, hipersensible, tengo súper buen carácter, pero cuando me buscan, me encuentran”, anuncia. “Y a pesar de que yo no creo mucho en los signos, soy Tauro por la fecha. Cuando leo las características digo: ‘Wow, sí tiene que ver con la personalidad”.
En las nuevas canciones reconoce madurez, plenitud, crecimiento. “Hay más determinación de cuidarme, de quererme, de dar ese mejor ejemplo a las mujeres que me siguen”, dice la artista, que en 1999 fue elegida por la revista People como una de las 25 bellezas latinas. “Demostrar que a mis 60 años –aunque no sienta que los tenga, los tengo– mi esencia es de 30, de 20. Que una mujer puede sentirse y verse bien, si se cuida”.
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Una de sus ocupaciones es vigilar lo que come, entrenar y buscar lo que le hace bien en lo físico, mental y espiritual. “Medito, determino con quién y dónde estar para disfrutar, no para pasarlo mal. Eso creo que es muy sanador”. Y sigue tomando clases de canto. “Uno tiene que aprender de los demás, sobre todo en este oficio de cantar”.
Viña del Mar y el Estadio Nacional, un año de éxitos
Myriam Hernández ha sido favorita del público y también de los imitadores aficionados, en especial en franquicias internacionales como Yo soy y Yo me llamo. ¿Qué le parece verse en esas plataformas?
“A mí me encanta, siempre que me ha tocado ver chicas que cantan mi música o que me imitan, siento que es un homenaje, una admiración por mis canciones o por mí, y eso lo valoro muchísimo”. Entre ellas está la colombiana Carito Reynales, a quien Myriam no ha dudado en dedicar un saludo en redes.
El contacto con las redes sociales le encanta, la cercanía, y la posibilidad de reflejar el lado humano de los artistas. “Somos personas comunes y corrientes que sufrimos, disfrutamos, nos toca viajar mucho, los viajes a veces no son tan idílicos como se puede pensar, son de mucho esfuerzo y es bonito que la gente aprenda de eso, la historia detrás de las luces”.
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Y ella ha captado como es el juego. Mientras que en Instagram (@myriamhernandez_oficial) comparte imágenes de los conciertos, reconocimientos, encuentros con otras celebridades, anuncios de sus próximas presentaciones, en TikTok (@myrihn) ha adoptado un tono más relajado y personal, mucho más tras cámaras, con amigos, trends, comida y bromas.
Y aunque los viajes y las giras son un gran reto de trabajo, confiesa que no es lo que más la estresa. “De todas las etapas, la que más sufro es la previa a intentar escribir o determinar lo que voy a hacer en un álbum, porque tienen que llegar las canciones, tienen que crearse”.
Y luego viene su momento preferido, la producción. “Cuando tengo que grabar esas canciones y plasmar las emociones en cada una”. Las giras traen la incertidumbre de qué va a pasar con las canciones nuevas. “Ya cuando sientes ese aplauso, todo vale la pena”.
La cantante chilena se desplaza en la gira Tauro con un equipo de 25 personas y uno de ellos es su tour mánager, su hijo Jorge Saint-Jean Hernández, que se estrenó en ese rol a fines de 2024. Esa compañía, asegura, ha sido fantástica. Y enumera sus logros. “En diciembre de este año vamos a cumplir un año juntos y ha sido impresionante trabajar con él. Hemos hecho cosas increíbles como haber vuelto al Festival de Viña del Mar después de 23 años (en febrero). Fue maravilloso recibir la Gaviota de Platino, que muy pocos artistas la hemos recibido”.
En realidad, Myriam es la quinta persona a la que se le da esta distinción. En 2001 se le otorgaron las gaviotas de oro y plata por su show.
Debutó en ese recinto, uno de los más desafiantes de la música latinoamericana, en 1989, y con los años quedó sellada allí su reputación al ser reina, jurado, show internacional y animadora.
“Luego un hito histórico de haber hecho en mayo de este año el Estadio Nacional de Chile; también fui la primera mujer chilena en llenar ese estadio. (En octubre) me dieron el reconocimiento por ser una de las 100 mujeres líderes en mi país, ha sido todo maravilloso”.
Todo esto habla mucho del apego a sus orígenes. La comuna santiagueña de Ñuñoa, donde Myriam creció, alberga justamente el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos en el que cantó este año. La comunidad también siente un gran aprecio por ella, una de sus ciudadanas más distinguidas. En octubre de 1999 fue nombrada Hija Ilustre de Ñuñoa.
La admiración se extiende a toda su tierra. En 2023, el Consejo Directivo de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales la eligió como Figura Fundamental de la Música Chilena. Y el 28 y 29 de noviembre de este año cantará el himno de la Teletón, en la que participa Don Francisco.
Curiosamente, ellos se conocieron a inicios de los 80, cuando el programa Sábado gigante abrió el segmento Ranking juvenil, en el que competían jóvenes promesas. Allí Myriam compitió cuando tenía 17 años, pero no en balada, sino en rock, algo que la tenía contrariada. Continuó porque la meta para los ganadores era grabar un disco, pero cuando ella por fin logró quedar en primer lugar, ya no existía ese premio. Presionada a seguir en el rock y a buscarse un apelativo artístico, usó los ahorros que tenía para comprarse un carro para grabar su primer disco (que sí, llevó su nombre) en el que venía una canción titulada Ay, amor. Tenía 23 años.
Los talentos escondidos de Myriam Hernández
La música es su frente público. ¿Cuáles son los pilares de su vida? “Mis hijos, mis padres, mi familia, mi red de amigos. Primero que todo, Dios”. Fuera de la música, no presume de otros talentos, pero enseguida recuerda que hace imitaciones para sus allegados.
“La gente se ríe. Me da vergüenza decirlo, pero soy buena para imitar”. Y tiene en su lista de pendientes tomar clases de flamenco. “Quiero hacerlo algún día y no sé si voy a tener el talento para eso. Cuando me meta a clases te voy a contar cómo me va”.
Y así como admitió al principio, ella es una fan de otros artistas, pero a su ídolo no la pudo conocer. “Era Karen Carpenter, de The Carpenters. Yo era muy chiquita cuando ella falleció. Creo que es una de las voces más bonitas que he escuchado”. Admira a Lara Fabian, a Celine Dion, a Mon Laferte. “Y a Luis Miguel, me encantaría algún día grabar con él”. A Carlos Rivera, a Marco Antonio Solís con quien ya grabó, y a Cristian Castro, con quien también entró al estudio. “Espero hacer colaboraciones con muchos colegas”.
El concierto del Tauro World Tour 2025 será el jueves 11 de diciembre, a las 20:00, en el Guayaquil Country Club (Samborondón). Las entradas están a la venta en TicketShow: Myriam Box ($ |60), platinum ($120) y vip ($ 90). (E)






























