Conmigo muchas veces las vivencias se conectan al cine. Hasta en Navidad; y esto no quiere decir que las escenas recordadas sean de películas navideñas. Puede ser todo lo contrario, porque la historia que me jala es trágica e inspirada en Romeo y Julieta, donde no hay finales felices. Cuando me senté a ver la nueva versión de West Side Story en mi corazón albergaba los sentimientos que me elevaban los sueños en mi juventud, cuando me acercaba a ver la primera versión de esta obra maestra del cine. Creo que tenía 14 años, ahora sesenta más.