Janina Duszejko es una mujer mayor, solitaria y con achaques. En su juventud ejerció de ingeniera constructora de puentes, pero enfermó y luego se dedicó a ser profesora, oficio del que la jubilaron pronto. El recorte de puestos y la presión de gente más joven por conseguir un trabajo, contribuyeron a que rápido la hicieran a un lado. Ahora vive en una zona montañosa y helada de Polonia, cerca de la frontera con Chequia, en la que cuida las casas de verano que alguna gente de la ciudad posee ahí. Es apasionada de la astrología y de hacer horóscopos.