En el año 1788, Inglaterra encarga al capitán William Bligh viajar a Tahití, Polinesia, navegando 14.000 millas náuticas en el barco Bounty, llevando bajo su mando a 46 marineros, incluidos dos botánicos, con la misión de recolectar plantas de fruta de pan o breadfruit (Artocarpus altilis) y trasladarlas a las islas británicas del Caribe para que sirvan de alimento de los esclavos negros sembradores de caña de azúcar en dichas islas.