Es fácil que los hijos nos escuchen cuando les estamos dando una buena noticia o cuando esperan una respuesta ante algo que nos han pedido. Pero lograr que los hijos presten atención a lo que les solicitamos, por lo general, no es fácil.
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Lograr que los hijos presten atención a lo que les solicitamos, por lo general, no es fácil.


Es fácil que los hijos nos escuchen cuando les estamos dando una buena noticia o cuando esperan una respuesta ante algo que nos han pedido. Pero lograr que los hijos presten atención a lo que les solicitamos, por lo general, no es fácil.
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