La fiesta fue en un salón de hotel, con la pompa y elegancia que el acto requería, recuerda Gilda. Todos se habían esmerado para que los recién graduados pasen una noche inolvidable. Era el 14 de marzo de 2020 y ahí ya circulaba ‘silenciosamente’ el COVID-19 en Ecuador, pero Gilda nunca imaginó que estaría en aquella reunión de confraternidad de su hijo mayor, donde su familia se contagió al igual que otros amigos.

Este año se gradúa su segunda hija, pero no quiere repetir “aquella pesadilla” del 2020, donde casi pierde a su padre y a su esposo. “Así autoricen y sea una reunión pequeña no iremos, ahora el riesgo es más grande y nos da miedo infectarnos por segunda vez”, comenta Gilda.

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Y aunque el COE nacional mantiene suspendidas, inicialmente hasta este 28 de febrero, las autorizaciones emitidas para el retorno progresivo a clases presenciales de los estudiantes en las zonas urbanas, hay cantones que ya autorizaron el retorno a las aulas.

Uno de estos es Samborondón, en Guayas, que el miércoles 10 en la reunión del COE cantonal resolvió autorizar el regreso presencial a clases a las instituciones educativas y de educación superior que tengan autorizados sus planes pilotos, tanto por el COE nacional como por la Dirección de Seguridad y Riesgos del Municipio local. Estos planteles deberá cumplir con los protocolos establecidos por ambas instituciones de control, se indicó.

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Además, el COE de Samborondón permitirá la realización de graduaciones de entidades educativas locales. Para aquello se deberá cumplir con el aforo del 30% o máximo 60 personas en el lugar donde se desarrolle el evento. Esto será posible previo a la obtención del informe favorable de la Dirección de Seguridad y Riesgos del Municipio local.

En este cantón queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas y de moderación en la vía pública, en estacionamientos, en parques y en exteriores de domicilios.

En Guayaquil, cantón vecino de Samborondón, continúan suspendidos los planes pilotos de retornos a clases, que incluye exámenes, clases o cualquier actividad extracurricular.

En Guayaquil hay también nuevas disposiciones para este feriado de carnaval como la prohibición de colocar piscinas desmontables (o inflables) en los exteriores de los viviendas o en áreas públicas, ante el riesgo de contagio y aumento de casos de COVID-19. Su uso será de carácter unifamiliar y en predios privados. Habrá controles, se dijo.

En Daule, el primer cantón de Guayas que en junio del 2020 pasó al semáforo en verde, no han variado las medidas. En estos tres cantones, además de Durán, hay una población flotante que se mueve entre ellos, ya sea para trabajar, pasear, visitar familiares y otros.

Algunos incluso tienen hijos que estudian en planteles de cantones cercanos, pero viven en ciudades como Guayaquil, como el caso de Gilda.

Médicos infectólogos consultados por este Diario consideran que todavía no es momento para regresar a clases presenciales, puesto que los casos de COVID-19 continúan en alza; hay la presencia de las otras variantes del virus que son más contagiosas; y que aún no se sale de la etapa álgida o máxima que se espera tras fechas como las elecciones del domingo 7, el feriado de carnaval que empieza mañana y termina el martes.

A esto, le suman la temporada invernal que aumenta las enfermedades y virus propios de la época y que se pueden conjugar con el COVID-19.

“Es difícil estandarizar normas cuando no tienes ningún parámetro que te pueda garantizar cuál es el comportamiento de la epidemia en el país. Si no tienes la cantidad suficiente de pruebas de PCR, probablemente es muy difícil poder monitorear cómo es el comportamiento. A los técnicos nos da mucho temor el poder liberar todo este tipo de actividades cuando todavía no existe ninguna evidencia favorable. La pregunta que uno haría: ¿a base de qué cambian ciertas medidas si los pacientes siguen subiendo?”, comenta el médico-clínico Washington Alemán, especialista en enfermedades infecciosas.

Para el epidemiólogo Johny Real tampoco es oportuno aún el regreso a las aulas, sobre todo con la población infantil, que puede descuidarse y sacarse la mascarilla mientras juega o tocar superficies contaminadas y llevarlas a la boca o nariz, lo que los pondría más en riesgo de infectarse y de contagiar a sus familiares.

“En este momento estamos en la etapa más álgida entrando al invierno, donde se exacerban una seria de virosis respiratorias, entre estas el COVID-19, con estas nuevas variantes es posible que en las próximas semanas podríamos tener aumento de números de casos, más las movilizaciones de elecciones, Día del Amor y de la Amistad, feriado del carnaval, donde hay agrupamientos familiares y sociales de personas, eso va crear mayor transmisión”, cuenta Real. (I)