Con un fuerte gran abrazo fue como recibieron a Henry Bustamante en el set de En contacto. Primero Gabriela Díaz y luego el resto de sus compañeros.
El espacio para conversar con el presentador se abrió y sostuvo que no estaba preparado para la partida de su padre. En octubre del 2020 había sido diagnosticado con cáncer gástrico. Esta mañana, sentado en uno de los sillones del estudio de En contacto, rodeado de sus compañeros de pantalla (Gabriela Díaz, Dora West y José Urrutia), contó que el diagnóstico se lo reservaron como familia como una forma de sobrellevar de mejor manera el duro momento.
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El 5 de febrero la vida cambió para Bustamante y su familia cuando falleció su padre. Luego de eso se tuvo que enfrentar al COVID-19; salió ileso del virus, pero en el momento experimentó miedo, ya que como sostuvo él: “Me llegó cuando la muerte estaba tan cerca”.
En enero, el mismo programa matinal y Ecuador entero sufrieron la pérdida de Efraín Ruales, uno de sus presentadores, al haber sido asesinado.
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A pesar de todo Bustamante llegó con reflexiones precisas, de alivio, de consuelo para sí mismo y para quienes lo veían por la pantalla. Se decía a sí mismo: “Debo aprovechar los momentos, aprovechar la familia, porque son los que te sostienen”. Agregó que con respecto a su padre, debió ser más efectivo o verbalizar más su amor.
También se refirió a su compañera de programa Alejandra Jaramillo, quien era novia de Efraín Ruales. Cuenta que no se puede imaginar el dolor que debe estar experimentando ella, pero que lo respeta. Que de vez en cuando le deja uno que otro mensaje, sin embargo, no se atreve a llamarla para no incomodarla. Dijo que Jaramillo en uno de los mensajes le puso que “falta poco para vernos”. (E)