Un repertorio de más de 50 años y más de 500 canciones le crea a su intérprete, el cantante venezolano José Luis Rodríguez, El Puma, una decisión difícil de tomar. “Solamente se escogen los hits. Puede ser que una canción suene bonita, y puede ser un éxito (una buena canción, bien recibida), pero no un hit”, diferencia.

Ese es el criterio para el show que traerá al Guayaquil Country Club el jueves 20 de noviembre y al Quorum Paseo San Francisco, en Quito, el domingo 23 de noviembre. Lo que sí se sabe es que en la lista estará el reciente tema Agradecido.

“La gente quiere escuchar lo de siempre”, zanja. “Si tú le pones otro tipo de canción, y no le das los hits, es como como defraudarla”. Eso sí habrá espacio para lo romántico y para lo rítmico. “Ese ha sido mi estilo”.

Publicidad

Aunque esta serie de conciertos se llama Gracias Tour, se rehúsa a decir que él sale de gira. “No, no, yo no emprendo giras. Yo canto todo el año. En invierno y en verano”. En diciembre de 2017 se sometió a un exitoso doble trasplante de pulmón, y tras la rehabilitación, ha seguido cantando. “Después de la operación tengo prohibido quejarme. Solamente dar gracias por el milagro recibido”.

El artista, nacido en Caracas en 1943, vivió algunos meses en Guayaquil cuando era niño, con su madre, Ana González. “Pasé parte de mi niñez, un poquito, cuando la dictadura de (Marcos) Pérez Jiménez. Mi madre tomó para allá para Ecuador”. Recuerda haber recorrido con su hermano el río y el puerto.

Su madre era una mujer de fuertes convicciones políticas. “Por eso estuvo presa y después nos sacaron del país. Hasta que cayó el régimen. Y estamos esperando que caiga este régimen también, para volver”, asegura.

Publicidad

Rodríguez se inició en la música como miembro de un conjunto juvenil, luego cantó en la orquesta Billo’s Caracas Boys y de ahí despegó su carrera como solista: Voy a perder la cabeza por tu amor, Tendría que llorar por ti, Dueño de nada, Culpable soy yo, Te conozco, Sueño contigo, Baila mi rumba.

Pero también hizo una vida en la actuación, en su filmografía hay una treintena de telenovelas, y en muchas de ellas fue protagonista. ¿Qué es lo que más satisfacciones le ha dado? “El canto. Todo lo que sea show business me encanta. La actuación, la producción, los videos… todo eso me gustó siempre, la producción, pero lo que más me gusta hacer es viajar y cantar”.

Publicidad

Tal vez por eso en 2024 se animó a aparecer en el programa concurso Mask Singer: Adivina quién canta 4, en España. ¿Cómo puede un cantante enmascarar una voz tan distintiva? “Era en un tono mucho más bajo del que uno canta. Se trata de confundir a la gente. Y creo que resultó”.

A lo largo de este año, el incansable artista ha observado que su público nunca es el mismo. “Siempre pregunto que levanten la mano las personas que me ven por primera vez. El 90 % levanta la mano”. No es público joven, advierte. “Quiere decir que el 90 % de ellos no me había visto antes. Fíjate todo lo que hay que recorrer y cantar para que una poca gente te vea en el mundo. Me asombra eso (...) Oyen de ti, saben de ti, te ven por televisión, te escuchan en los discos, pero el clímax de todo esto es la presentación personal. Cuando ves a la gente de frente y ellos te ven a ti. En carne y hueso”.

Hay un país en específico en el que lo aguarda un concierto. Explica que sería el mismo espectáculo que ahora ofrece, “pero sintiendo que Venezuela es libre. Venezuela ha estado en dictaduras hace mucho tiempo. (Treinta y cinco años) con la de (Juan Vicente) Gómez", hace cuentas, encerrando en ese periodo la también dictadura de Cipriano Castro. “Diez con la de Pérez Jiménez, 26 con la de Chávez y los que están ahora. Son muchos años, casi 65. De derecha y de izquierda. Ya le toca tener un poco de libertad democrática”.

Expresa fuertemente sus opiniones y también sus esperanzas. “Venezuela es una tacita de oro, con la reserva de petróleo más grande del mundo. Aunque te parezca mentira, es un país que tiene oro, hierro, bauxita, aluminio, tiene de todo. Pero ya se huele la libertad”.

Publicidad

El artista, que confiesa que ya no tiene asomo de nervios al estar en el escenario y antes bien se siente ‘despierto’, no quiere dar spoilers de lo que tiene preparado para sus fanáticos en Ecuador. Ni adelantar lo que piensa para el futuro cercano. “Los planes que se cuentan no se dan. Reserva todos los planes que tengas, no los cuentes. Y que la gente vea que lo haces, sin contarlo”. (E)