Dios es la base de su vida. A Él, afirma, le debe todo. Y es Él quien le ha dado un propósito. El cantante ecuatoriano Gerardo Mejía, quien radica en Kentucky (Estados Unidos), sabe cómo unir acertadamente su propuesta musical con un mensaje de amor, respeto y unión. Agua amarga es el reciente estreno del guayaquileño que interpreta este sencillo junto al ícono urbano de origen puertorriqueño Funky.

“La letra y música se puede decir que soy el responsable junto con mi gente que tocan en la iglesia en Kentucky. Tengo dos panas venezolanos (José Mendoza y Rodney Mora), tratamos de sacar un ritmo, lo sacamos, yo tenía esa idea ya de Agua amarga, porque yo soy pastor de una iglesia acá y veo mucho el problema que hay aquí, en la iglesia, igual que en cualquier otro lugar; el chisme, la gente cuando toma una posición en la iglesia piensa que le da autoridad para que pueda juzgar a otros (...), en vez de levantar a nuestros hermanos, siendo cristianos, los criticamos y les damos duro y es peor y la gente no reacciona bien de esa manera. Como pastor, ese mensaje quería sacarlo: tener más compasión de quienes no conocen a Dios y en la iglesia confrontar a la gente que lo hace”, expresa.

House of Grace (Casa de Gracia) es la iglesia cristiana que Mejía lidera en Kentucky desde hace seis años, a la que asisten más de 400 creyentes, sin necesidad de que pertenezcan a la religión. “Somos una iglesia que ama al Señor y nuestro gran mensaje es ser amor para todos”, añade.

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Críticas y juzgamiento viralizados

“Ahora tienes a un ejército de gente que se esconde detrás de una computadora y piensan que porque tienen una cuenta, tienen autoridad de decir lo que se les dé la gana. Hasta cierto punto yo decía que la tecnología ha dejado que la gente, que no debería nunca estar como portavoz, ahora sea portavoz de odio. Entonces Agua amarga es una canción que te da el mensaje, como en la Biblia, que tú no puedes ser fuente de agua dulce y de agua amarga al mismo tiempo. O eres el uno o el otro”, afirma. El ecuatoriano se inspiró en el libro de Santiago 3: 11-18.

Mejía sostiene que si la persona tiene influencia, tiene una mayor responsabilidad de sus acciones y mensajes. “Si de alguna manera llegamos a la gente, y hay gente que nos sigue, porque en vez de ser lengua que levanta eres lengua que está matando”, dice.

El intérprete de Sueña, Rico suave y María Elisa refiere además: “La única manera de que esa ‘agua mala’ se convierta, no tiene nada que ver con nosotros, porque el único que convierte y da cambio a los corazones es Dios, es el único. Nosotros podemos guiar a una persona a que busque información, a que trate de levantarse, busque fuerzas. Yo te puedo guiar a los pies de Jesús. Esa es mi misión aquí en la Tierra, de tratar de guiarte”.

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“Si tú tienes lo ojos pegados a un canal de televisión, que por alguna razón va con lo que tú representas, nunca vas a cambiar, es un canal. Si tienes los ojos puestos en un hombre, vas a cometer errores, pero si tienes los ojos puestos en Dios, ahí sí vas a conocer verdaderamente el amor. Por eso mismo, la única solución para que seamos más agua dulce es Dios”.

Videoclip

La pieza audiovisual de Agua amarga se grabó en Kentucky, cerca de la casa de Mejía. “Una de las razones es porque con la gente de la iglesia, aquí hay arquitectos, ingenieros, carpinteros, hay gente que tiene buena mano de obra y yo quería construir un arca y cada vez que se me pone algo en la cabeza, mis hermanos dicen: vamos, pastor, yo le ayudo. En el video, puedes ver que al principio se burlan de mí (trama del video) y ves que el arca era parte del mensaje para dar las buenas nuevas”, cuenta.

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El rodaje del video con Funky fue pospuesto en dos ocasiones. La primera porque Mejía enfermó de COVID-19, situación que lo llevó a hospitalizarse por siete días. “Lo llamé a Funky y le dije: perdóname, mi pana, pero se nos complicó y estoy en el hospital. Y lo hicimos un mes y medio después, pero en este tiempo, la gente me tenía miedo porque me había caído el COVID-19, entonces nadie se quería reunir para terminar el arca. Terminar el video, junto con la construcción del arca, nos tomó tres meses”, explica.

El arca que se construyó para el video está en la iglesia y se ubicará en la zona infantil, para que sean los niños quienes disfruten de ella.

Acercamiento a Dios

“Lo de la iglesia jamás, hasta cuando me hice cristiano, mi pastor me decía que Dios tenía un propósito grande para mí. Y así comencé a hacer música y vi el propósito en mí y yo pensaba que era ahí, pero el Señor siempre me estaba tocando la puerta de mi corazón para decirme que yo algún día sea pastor y yo le corría a eso, porque a mí nunca me ha gustado la responsabilidad y yo me hacía las excusas, pero una vez que me cambié acá, adonde vivo ahora, comenzamos en el garaje de mi casa, con 12 personas, y eso siguió creciendo y creciendo y me di cuenta de que la mano de Dios estaba en esto”, revela.

Mejía admite que pensaba retirarse en Ecuador, en una iglesia cerca de la playa. “Si tú me preguntas a mí ahorita cuáles son tus planes, Gerardo, la verdad que no te puedo decir porque servir al Señor es una aventura a ciegas, porque uno nunca sabe lo que Él da. Si podemos abrir una iglesia allá, sería espectacular, sería mi sueño. Yo pensaba que iba a terminar en Ecuador porque decía: bueno, allá están mis hermanos, los latinos, los que me conocen y mira, Dios siempre da la sorpresa. Estoy aquí en Kentucky, 95% de la iglesia no habla español, son gringos, y aquí me ha traído al Señor a traerles la palabra”, menciona.

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Mejía se convirtió al cristianismo desde los 17 años. Sin embargo, dice, se alejó de la religión por dos décadas. “Por la carrera y mi frustración de seguir trabajando y seguir siendo rico suave, por 20 años me descarrilé. Yo volví al Señor en el 2003, a principios del 2003, por ahí. Uno se pone a pensar por qué me demoré tanto, si todo el tiempo el Señor me esperaba, uno se hace excusas y muchas veces por la crítica y las ganas de enseñarle al otro que uno tiene valor, uno no se acerca al Señor (...) La gente siempre piensa que uno se acerca al Señor cuando uno toca fondo, porque en mi vida yo he topado fondo muchas veces, pero fue un momento que ya estaba bien como ejecutivo, en ese momento ya había firmado Enrique Iglesias la compañía, me estaba yendo superbién y un día me arrodillé y le dije: Señor, de ahora en adelante solo voy a servirte, y nunca he regresado atrás”, puntualiza. (I)