Los fabricantes de automóviles Hyundai y Kia anunciaron un acuerdo millonario para resolver una demanda presentada por víctimas de robo de autos después de que un reto denominado “Desafío Kia” de TikTok mostrara lo fácil que es robar algunos modelos.

Este acuerdo le podría costar a estas empresas automotrices surcoreanas hasta 200 millones de dólares, de los cuales la mayor parte estaría destinado a compensar a la gente por las pérdidas relacionadas con el robo, según las compañías.

“Este acuerdo es el paso más reciente en una serie de acciones importantes que Kia ha tomado para ayudar a clientes cuyos vehículos fueron atacados por delincuentes que utilizan métodos de robo popularizados en las redes sociales”, dijo el director legal de Kia America, John Yoon, en un comunicado conjunto.

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Los robos de autos Kia y Hyundai en Estados Unidos se dispararon a mediados del año pasado luego de que se difundieran videos en TikTok que mostraban cómo robar fácilmente algunos modelos, según las empresas.

Estos robos relacionados con el desafío resultaron en al menos 14 accidentes y ocho muertes, según la NHTSA, la agencia estadounidense de seguridad en las carreteras.

TikTok no respondió de inmediato una solicitud de comentarios de la AFP.

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Las compañías estimaron que unos 9 millones de vehículos Hyundai y Kia actualmente en circulación en Estados Unidos son o eran “susceptibles a estos robos promovidos por las redes sociales”.

Agradecemos la oportunidad de brindar apoyo adicional a nuestros propietarios que se han visto afectados por la creciente y persistente actividad delictiva dirigida a nuestros vehículos”, dijo el director legal de Hyundai para América del Norte, Jason Erb.

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Erb agregó que Hyundai continuará actualizando el software de sus automóviles, distribuyendo bloqueos de volante y ayudando a los propietarios que tienen problemas para conseguir un seguro debido al riesgo de robo.

Kia está tomando medidas similares, dijo Yoon.

Hyundai y Kia actualizaron el software antirrobo y proporcionaron decenas de miles de bloqueos de volante a los propietarios de automóviles en estados de Estados Unidos, según la NHTSA. (I)