Stevie Wonder figura como uno de los artistas más legendarios e influyentes de la música. Infinitos clásicos que han acompañado a generación tras generación persiguen la carrera del músico estadounidense.

Sin embargo, no podemos olvidar su impresionante talento en el piano, actividad que realizó sin la capacidad de ver. Y aunque el músico lo tomó como parte de él y no fue un impedimento para el éxito de su carrera, significó un gran desafío en su vida.

La historia de cómo perdió la vista revela los múltiples problemas que tuvo después de su nacimiento.

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La historia detrás de Wonder

Aunque los rumores más conocidos sostienen que Wonder vino al mundo ciego, la verdad es que el músico podía ver en el momento de su nacimiento, pero eso no duró por mucho tiempo. Esto debido a las dificultades que le provocó el nacer prematuro.

Stevie Wonder llegó al mundo un 13 de mayo de 1950, seis semanas antes de lo planeado. Tras nacer, se le diagnosticó retinopatía del prematuro, un trastorno ocular que se debe al crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en la retina.

Por esto, sumado a su pequeño tamaño por ser prematuro, Stevie fue puesto en una incubadora para asegurar su mejoría. No obstante, el músico recibió demasiado oxígeno mientras estaba ahí, algo que perjudicó aún más su condición, dejándolo completamente ciego.

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El portal de entretenimiento Rock&Pop lo define como una “suma de complicaciones”, ya que Wonder vivió la mayoría de su vida sin poder ver. Además, esto se complicó aún más para una familia con bajos recursos, quienes enfrentaron desafíos para convivir con un niño con necesidades especiales.

Aun así, el músico nunca dejó que eso lo detuviera, y decidió perseguir su sueño desde pequeño. “No te preocupes porque soy ciego, mamá. Soy feliz”, le habría dicho Stevie Wonder a su madre, con solo cinco años. Así, antes de los diez, ya se había enseñado a sí mismo múltiples instrumentos, incluyendo su favorito: el piano.

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“Soy capaz de usar mi imaginación para ir a lugares, para escribir palabras sobre lo que he escuchado que la gente habla. En la música y en la ceguera, soy capaz de asociar lo que la gente dice con lo que hay dentro de mí”, asegura Stevie Wonder sobre cómo logró conectar directamente con su arte.

“Sólo porque un hombre no tiene el uso de sus ojos no quiere decir que no tiene visión” y “Mi madre fue mi más grande maestro, un maestro de la compasión, el amor y la valentía. Si el amor es dulce como una flor, entonces mi madre es esa dulce flor del amor”, son frases que se le atribuyen a Stevie. Sin duda, nació con un talento que lo ha demostrado en muchs de sus composiciones.

A los ocho años se convirtió en cantante solista en la Iglesia Bautista Whitestone. Fue el lugar donde, Ronnie White, miembro de Smokey Robinson and The Miracles, vio al niño actuar y notificó a Motown, el sello discográfico de las grandes estrellas de la música pop negra.

Tenía doce años. Motown lo renombró Little Stevie Wonder, y durante 1963 el sello lanzó sus primeros cuatro álbumes en rápida sucesión. Fue número 1 del ránking de discos más vendidos en los Estados Unidos, incluso por encima de los populares británicos The Beatles.

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Con casi 60 años de carrera, Stevie Wonder no ha perdido su hermosa sonrisa con la que contagia su felicidad por vivir haciendo música. Desde el año 1989, Stevie Wonder pasó a formar parte del Salón de la Fama del Rock and Roll. (E)