La actriz colombiana Mabel Moreno llegó a la alfombra roja del Guayafest con la cercanía que ya identifica sus visitas a Guayaquil. Saludó, conversó y atendió a quienes se acercaban, aunque minutos después tuvo que retirarse por una molestia de salud. En ese corto tramo dejó una conversación honesta sobre su relación con el festival, su oficio y el momento que atraviesa en pantalla.

“Siempre me siento muy bien tratada. La invitación es cálida, me reciben con cariño y eso siempre lo valoro”, dijo al inicio. Para ella, volver tiene una motivación clara: “Hay que hablar de cine y generar espacios. Si uno viene es para aportar a eso, para darles visibilidad a estos lugares donde se crea en Latinoamérica”.

La artista confirmó que dos de sus trabajos llegarán a Netflix y que mantiene en marcha la segunda temporada de una de sus producciones recientes. Foto: Ronald cedeño

Su vínculo con la actuación viene desde la infancia. “Amo actuar desde muy pequeñita. Para mí las historias siempre han sido importantes”, contó. Enfatizó que lo que más disfruta es trabajar personajes que muestren humanidad: “Llevarle al público esas mujeres que puedo encarnar en cada historia es lo que más me mueve”.

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Proyectos vigentes y sobre la segunda temporada de ‘Medusa’

Durante la charla mencionó un punto clave de su año laboral: acaba de terminar la película de Susana y Elvira, historia que nació como blog en 2008, pasó a webserie en 2012 y ahora llega al cine bajo la dirección de María Gamboa. “Acabo de terminar una película de una serie que fue muy famosa en YouTube y Netflix la agarró”, explicó.

A esta producción se suma la segunda temporada de Medusa. “Viene la segunda temporada de Medusa, así que vienen varias cositas”, adelantó, sin profundizar en detalles, pero confirmando que la serie sigue en marcha.

Durante la entrevista habló del proceso que atraviesa con los personajes que interpreta y de cómo busca renovarse en cada proyecto. Foto: Ronald cedeño

Entre proyectos en curso y los que espera activar, Mabel guarda un deseo pendiente: explorar un rol de acción. “Me encantaría hacer algo de acción. Esa me la estoy debiendo. Vamos a ver si el universo me lo trae”, comentó, dejando abierta una línea futura en su carrera.

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Su mirada sobre el cine ecuatoriano y regional parte de lo que observa cada vez que visita el país. “Siempre que vengo veo gente muy talentosa, con ganas de hacer las cosas bien, de contar sus historias”, dijo. También habló del contexto general: “Sabemos que el cine latinoamericano se hace con las uñas, pero no hay que dejar de hacerlo. Hay que contar nuestras historias”. Para ella, que estos espacios se mantengan activos evita que la iniciativa se apague.

La reflexión final giró en torno al oficio y a cómo enfrenta los desafíos de cada personaje. “Siempre va a afectarte, siempre va a emocionarte. Parte de esto es salir de la zona cómoda y hacer personajes muy distintos, que me reten”, señaló. “Yo lo hago con cariño, con amor por lo que hago y con la pasión de siempre”.

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Aunque estuvo poco tiempo en la gala, su presencia volvió a conectarla con asistentes, actores y estudiantes que esperaban escucharla. Cerca de ella también estuvo Lucho Velasco, colega colombiano con quién también es un recurrente en el festival de cine en Guayaquil. (E)