Hace mucho que no está en Ecuador. No salió en la época de la fuerte ola migratoria de los años 2000, sino un tiempo después. Fue a Europa, como casi todos, luego intentó, como la canción New York, New York, hacerla en Estados Unidos, pero poco duró en ese país, volviendo a Europa. No ha llegado a chef ejecutivo aún, ni ha ganado estrellas Michelin, pero tiene una buena experiencia, habiendo trabajado en varias posiciones en sitios muy importantes. Su visión me pareció muy clara, por lo que creí pertinente plasmar la conversación que con él sostuve, editada por razones de espacio, en nuestra columna.