El ecuatoriano Richard Carapaz, del Team EF Education-EasyPost, luchó al máximo, pero el intenso calor de este jueves 22 de agosto volvió a mermar su rendimiento y se ubicó en el puesto 17 de la sexta etapa de La Vuelta a España. Esta jornada la ganó el australiano Ben O’Connor, quien se se impuso en solitario en el Alto de las Abejas, en Yunquera (Málaga, Andalucía).

O’Connor, de 28 años, brindó una exhibición en sus movimientos para lograr el triunfo y quedarse con el maillot rojo como líder de la competencia.

Publicidad

El australiano formó parte de la escapada del día y luego quedó solo en cabeza a poco más de 25 kilómetros de la meta. Su gran ventaja final le permitió arrebatar el liderato de la general al esloveno Primoz Roglic, que llegó con el pelotón, seis minutos más tarde.

Mientras que Richard Carapaz, de EF Education-EasyPost, en esta jornada cronometró 4:34:43; y en la general se ubica en el 24 con 23:35:21.

Publicidad

El tricolor Alexander Cepeda, también de Education-EasyPost, se ubicó en el 44 con 04:34:43; y escaló al 38 en la general, acumulando 23:38:09.

Jhonatan Narváez, de Ineos Grenadiers, en el 59 con 04:40:40; y en la global está en la casilla 71 con 23:50:52.

Fuga conveniente para Roglic, dispuesto a perder la roja

Segunda meta en alto de la Vuelta 2024 después del esprint horneado de Sevilla. Un día con 4 puertos, propicio para las fugas capaces de restar protagonismo a los favoritos. Antes del banderazo el futbolista internacional del Sevilla le regaló una camiseta al líder Primoz Roglic.

La carrera se lanzó desde un supermercado de Jerez de la Frontera que a su vez es el patrocinador principal, como si el pelotón se hubiera ido de compras. Ya metidos en faena los intentos de escapada se multiplicaron. Tanta insistencia, ataques y filtros, desembocaron en una expedición de 13 corredores camino de Yunquera.

El mejor clasificado era el alemán Florian Lipowitz, compañero de Roglic en el Red Bull-Bora, vigésimo a 1.50 minutos. En el grupo los españoles Pelayo Sánchez (Movistar), Berrade y Castrillo (Kern Pharma). La avanzadilla pasó por el Puerto del Boyar (1ª, 14,7 al 5,5) con Pelayo en cabeza.

A falta de 75 km de meta la fuga empezó a soñar cuando sus integrantes vieron el cartel de 4 minutos sobre el pelotón. Iba a cuajar el proyecto, estaba en marcha el cambio de líder y en el pelotón el más feliz era Roglic, encantado con prestar la casaca roja a otro corredor, a otro equipo que asumiera esa responsabilidad durante unos días.

Ir de líder supone atender ceremonia del podio, ruedas de prensa,...etc... un desgaste que el esloveno se iba a ahorrar pasando a otro corredor el bastón de mando. Y ese fue su planteamiento de etapa, el mismo que sus rivales, conformes con ceder el protagonismo a cazaetapas.

Monólogo de O’Connor, etapa y liderato. Otro Kuss?

O’Connor y el neerlandés Leemreize se despegaron de la fuga en el ascenso del Puerto del Viento (3a, 6,6 km al 4,3), ya en la zona de sube y baja constante hasta meta, en el paraíso natural de la Sierra de las nieves, en la provincia de Málaga.

Subiendo el Puerto Martínez (3a, 3,5 km al 6,3) el “aussi” decidió emprender la aventura en solitario. A su manera. De 10 victorias en su palmarés, 9 han sido sin compañía alguna. Un ataque que fulminó a Leemreize, con pinta de llegar a meta con diferencia de escándalo respecto a un pelotón que no se alarmó en absoluto.

¿Quién dijo miedo?. O’Connor coronó el puerto al frente, bajó con valentía, con los perseguidores a partir de los 50 segundos y Roglic silbando a 6 minutos. Por delante tenía la última dificultad, la que conducía a meta, el Alto de las Abejas (3a, 8,8 km al 3,9).

Por delante un caramelo muy apetitoso. La etapa, el liderato y la opción de convertirse en “otro” Kuss, el estadounidense que hace un año en una fuga similar obtuvo más de 3 minutos de renta sobre los hombres de la general y al final se llevó la Vuelta. Con esas premisas O’Connor se dejó la piel. Podía ser su día de gloria.

Subió con la moral por las nubes El Alto de las Abejas. El pelotón seguía sin inmutarse, con el Movistar tirando en cabeza para minimizar los daños. El palo no iba a ser solo para Roglic, el menos inquieto, tal vez confiado en la remontada que le espera, sino también para los aspirantes al podio, como Enric Mas, Joao Almeida y compañía.

Finalmente las Abejas no fueron obstáculo para O’Connor. Vino a la Vuelta a ganar una etapa y se la trabajó a fondo, ganando con todo merecimiento en la localidad malagueña, en medio de un entornó paradisíaco, donde el pinsapar marca las diferencias de la comarca, como las marcó el “aussi” en la carretera.

Fue la décima victoria en su palmarés, la novena en solitario, y la tercera de una temporada en la que debutó ganando en la Vuelta a Murcia. Ahora, con la roja, toca soñar, y lo puede hacer con argumentos. Basta con acordase de Sepp Kuss. “Por qué no?”, dijo.

Este viernes la séptima etapa llevará al pelotón de Archidona a Córdoba a través de 180,2 km. Recorrido ondulado, pero con una sola dificultad situada a 18 de meta, el Alto del 14 por ciento, puerto de segunda, de 7,4 km al 5,6 por ciento. (D)