En el entorno del balompié universal ha surgido un sinnúmero de organismos que tratan de regular a este deporte, que vuela cada día más hacia al infinito. Tales instituciones se han ido edificando de acuerdo a la idiosincrasia de cada sociedad, con los defectos y virtudes que engendra y practica una nación.

En el Ecuador, en pleno siglo XXI y a dos años de que fenezca la segunda década de este siglo, ha nacido y se encuentra actualmente en pleno desarrollo la Liga Profesional del Fútbol, denominada también LigaPro, teniendo tras de sí una inmensa campaña publicitaria.

Este nuevo organismo balompédico ha sido avalado por los clubes profesionales del fútbol ecuatoriano; Liga que tomará desde el 2019 –entre simpatías y antipatías– la batuta del Campeonato Nacional, enviando a un “abismo” a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) –mal manejada actualmente– y que llevaba con tremendas falencias el desarrollo del principal torneo nacional.Este será un “chao” para la FEF, salvo por las responsabilidades organizativas que mantendrá durante las fechas internacionales que planifiquen la FIFA o la Confederación Sudamericana. Se alista un nuevo “ataúd” que posteriormente será enterrado como también se lo hizo en su momento con el deporte estudiantil.

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Y ¿qué consejos podemos sugerirles a esta nueva Liga? En concreto, a sus miembros que ahora aparecen como esos pavos que despliegan sus alas y plumajes de forma victoriosa. Les damos estos referentes:

  • Si quieren hacerse respetar, cumplan en toda la dimensión con sus objetivos.
  • Si quieren ser admirados, demuestren ser incondicionales con la hinchada y con el periodismo.
  • Si quieren escalar con honorabilidad y credibilidad, apliquen los reglamentos a rajatabla.
  • Si quieren ganarse algunas lisonjas, trabajen con pundonor también en las divisiones formativas.
  • Si quieren distinguirse a nivel internacional, eviten los cócteles y prebendas de la FIFA y de la Confederación Sudamericana.
  • Si quieren lucirse como directivos, sean sencillos y ordenen sus ideas en bien del balompié ecuatoriano.
  • Si quieren el aval del país, no tomen resoluciones “entre gallos y medianoche”, ya que esas decisiones se las consideraría inmorales.
  • Si quieren buena imagen, eviten las arrogancias económicas hacia los clubes, porque de ser así hasta los futbolistas fallecidos “bajarían” a reclamar sus dólares.
  • Si el directorio es asistido en algún instante por damas, que impongan su virginidad en sus calzonarias.

De lo contrario, váyanse al diablo, al abismo o más bien a la m....".

(O)