Los últimos descubrimientos científicos permiten ver el futuro con cierta esperanza. Nuevas drogas y tratamientos para ganarle a una epidemia que afecta a casi 200 millones de personas en el mundo.

La lucha contra la diabetes no se detiene. El mundo científico trabaja a brazo partido para ir logrando avances sobre una enfermedad que ya es considerada una epidemia: afecta a casi 200 millones de personas.

En esa ardua tarea, un estudio realizado recientemente sobre 2.800 pacientes con diabetes tipo 2 (las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce), y la más común, demostró que se podrían reducir los riesgos de infartos y derrames cerebrales a través de la ingesta de un medicamento para bajar el colesterol, aun cuando se tuvieran niveles normales.

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El trabajo concluyó que aquellos que ingirieron atorvastatina, una droga para el colesterol de la familia de las estatinas, tenían un tercio menos de probabilidades de sufrir un infarto, casi la mitad de riesgos de tener un derrame cerebral y un tercio menos de chances de morir de algún episodio coronario.

"Este estudio muestra claras pruebas de un beneficio que hace que la gente deba realmente prestar atención", aseguró la principal autora de este estudio, Helen Colhoun, profesora en la Universidad del College Dublin. El estudio se dio por finalizado dos años antes de lo previsto, por lo llamativo de sus resultados. La mayoría de los expertos coincidieron y dijeron que estos resultados aportan la prueba más convincente, hasta el momento, de que la mayoría de los diabéticos debieran considerar la posibilidad de ingerir estos medicamentos, más allá de los niveles de colesterol que tengan. La investigación es la última de una serie de estudios que muestran que este tipo de droga para bajar el colesterol, la estatina, podría beneficiar a mucha más gente. Los médicos saben desde hace tiempo que la diabetes aumenta marcadamente el riesgo de sufrir infartos y derrames cerebrales, pero los pacientes con esta enfermedad no toman estatinas, salvo que tengan niveles altos de colesterol.

Luego de un promedio de cuatro años, los participantes de este estudio que habían tomado la atorvastatina, demostraron tener un 36 por ciento menos de posibilidades de sufrir un infarto, un 48 por ciento menos de probabilidades de tener un derrame cerebral y un 37 por ciento menos de chances de sufrir algún cuadro cardiovascular grave.

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De todas maneras, no todo el mundo científico avala estos resultados. Varios especialistas se apresuraron a aclarar que todavía resulta prematuro recomendar drogas para el colesterol a todos los diabéticos.

También existe una nueva píldora para el tratamiento de diabetes del tipo II: el glucóphago (metformina), que funciona aumentando la sensibilidad del cuerpo a la insulina. A diferencia de otras píldoras, que tienden a causar un aumento de peso, éste lo disminuiría. Algunas personas afectadas por diabetes del tipo II que han estado tomando insulina, pueden dejar de tomarla cuando se añade glucóphago a su programa.

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En esa carrera para vencer la enfermedad también se creó Precose (acarbose), otra novedosa píldora que funciona bloqueando la absorción de fécula. Ese mecanismo permite al organismo reducir la cantidad de azúcar que se produce inmediatamente después de comer.

Y... continúa el progreso en la fabricación de aparatos con los que los pacientes pueden medir su nivel de glucosa en su propio hogar.

No hay dudas, la diabetes es una epidemia: ya afecta a casi 200 millones de personas. Su magnitud se puede deducir del dato que indica que es la causa del 30 por ciento de las muertes en la mayoría de los países. Los números de la enfermedad espantan con sólo leerlos: si en el 2000 las víctimas eran 150 millones, la proyección para el 2010 es de 220 millones, y el 10% de esas personas (es decir, 22 millones) serán latinoamericanas.