La tala continúa en un bosque tropical de la isla de Borneo donde viven orangutanes en riesgo crítico de extinción, según dijo un grupo ambientalista, más de un año después de que el Ministerio indonesio de Bosques y Medio Ambiente ordenara un alto en la explotación forestal.

Las investigaciones de Greenpeace en el bosque de Sungai Putri mostraban actividad maderera en marcha con al menos seis asentamientos ilegales que operan por la noche, algunos en zonas donde anidan los orangutanes, señaló la organización.

En medio de esta denuncia, la organización International Animal Rescue publicó en sus redes sociales un video de un minuto y 38 segundos en el que se ve a un orangután desplazarse sobre el tronco de un árbol caído, intentando detener a la maquinaria que talaba. El hecho sucedió en 2013, indicó la entidad.

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WORLD ENVIRONMENT DAY: This dramatic footage shows the devastating impact deforestation is having on precious orangutan habitat. ACT NOW - Plant a tree and protect precious Bornean Rainforest: https://t.co/ooEHmOYgOC#WorldEnvironmentDay pic.twitter.com/pyK72015US

El bosque de 57.000 hectáreas (140.847 acres), donde viven hasta 1.200 orangutanes, está poniendo a prueba la capacidad del gobierno de hacer cumplir su moratoria sobre el drenaje y la explotación de los extensos bosques de turberas del país. La orden se emitió tras enormes incendios forestales en la época seca de 2015.

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Los incendios destruyeron 2,6 millones de hectáreas y envolvieron amplias zonas de Indonesia, Singapur, Malasia y el sur de Tailandia en una bruma perjudicial para la salud. También dejaron al descubierto las arriesgadas prácticas de las industrias de pulpa de madera y del aceite de palma, que drenan las pantanosas turberas para instalar plantaciones industriales, lo que hace los terrenos muy propensos a los incendios. El Banco Mundial estimó que los fuegos causaron pérdidas de 16.000 millones de dólares.

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La última investigación es la segunda indicación en menos de un año de que la explotación comercial del bosque sigue en marcha.

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Fotos e imágenes tomadas con drones por activistas mostraron el pasado julio un amplio canal lleno de agua, equipamiento pesado para mover tierra en la zona y plantaciones de árboles jóvenes para obtener pulpa, pese a la orden emitida en marzo de que se detuvieran las operaciones.

“Esto es un gran bochorno para el gobierno indonesio que ha prometido de forma continuada prometer Sungai Putri”, dijo Greenpeace en un comunicado.

Ni el director general de aplicación de la ley del Ministerio indonesio de Bosuqes y Medio Ambiente ni su director de disputas medioambientales respondieron a llamadas o mensajes de texto sobre el tema. (I)