Es indudable el interés público por fortalecer la misión social del IESS, existiendo consenso para aportar económicamente a ese objetivo, siendo un gran instrumento de su accionar la labor de su institución financiera, el Banco del IESS (Biess), en la concesión de créditos quirografarios, hipotecarios y prendarios a sus afiliados activos y jubilados, con eficacia y rapidez que disuena del antiguo seguro social en que concretar una operación crediticia era una tarea casi imposible; en cambio ahora, con la implantación de la tecnología, es casi inmediato, realizada en línea, sin necesidad de tramitadores ni intermediarios, que a la vez le genera al organismo significativos ingresos sin posibilidad de pérdida, aunque el beneficiario fallezca, la institución está protegida por un versátil aunque costoso seguro de desgravamen.

Sin embargo, para provincias distantes de la capital, cuando se trate de operaciones hipotecarias de mayor volumen a largo plazo para construcción de viviendas, se hace necesario gestionar en las oficinas centrales lo cual absorbe tiempo y dinero.

Es el caso de Manabí, la tercera en población, con 22 cantones, separados geográficamente y con idiosincrasia propia que obliga a un trato especial de atención localizada. Según el ingeniero agrónomo Jimmy Miranda Galarza, activista social, conspicuo proponente de normas y columnista de El Diario de Portoviejo, Manabí registró en el 2024 una cantidad alta de operaciones de créditos quirografarios en el orden de 320 millones de dólares, a gran distancia de los 36 millones en solicitudes de hipotecarios, cuando es una provincia con enormes déficits habitacionales, agravados por las secuelas del terremoto del 16 de abril de 2016, con heridas aún sangrantes por el incumplimiento de la ofertada reconstrucción, especialmente de las zonas rurales que son la razón de ser provincial y riqueza sectorial, donde los agricultores sufren por falta de un lugar digno y cómodo para subsistir.

Es, por consecuencia, justa la aspiración popular manabita de crear una sucursal descentralizada y autónoma del Biess, petición apegada a las intenciones de la ley, que permite la existencia de oficinas con esas características, con las debidas atribuciones que carece la actual oficina especial de Portoviejo, cuya jefatura, por remoción del titular, hoy ejerce un funcionario desde la lejanía de Quito. Deben instituirse repartos cantonales con aditamentos tecnológicos para que den agilidad a los voluminosos trámites.

Es hora de crear una línea de crédito del Biess que cubra las facilidades de vivienda en las zonas rurales, víctimas proscritas y sin esperanzas del sismo mortal, que averió fértiles tierras, vigorosos cultivos e incipiente infraestructura, debiendo el Ministerio de Agricultura atender la pendiente legalización de los predios donde trabajan y habitan agricultores, con lo cual se elevaría significativamente el patrimonio familiar que abriría las puertas para el acceso a empréstitos, no solo para los prioritarios de vivienda, sino para otros que propendan al bienestar familiar, lo cual se ajusta a las normas y principios que dieron origen al celebrado Biess. (O)