Nos hemos enfrentado a un nuevo proceso electoral, poco convencional y con matices de sangre y violencia que empaña la esperanza de una democracia funcional, definitivamente la decadencia en la que el país se sumerge cada día más ha pateado el tablero de la política tal como se la ha conocido hasta ahora.

El debate que se dio a los pocos días del violento hecho contra un candidato a presidente estuvo contrastado por un mediocre formato que no permitió un confrontamiento de ideas, las graves acusaciones que se hacían fueron flanqueadas por un par de respuestas conectadas, y silencio, con un jugador de ecuavóley que se sentía preparado para vencer a la legión francesa con las reglas de un juego que solo se juega en el Ecuador, un debate que careció de profundidad pero que tuvo un candidato que cargaba con una diana de flechas gigante con la foto de un gobierno pasado cargado de errores, presunta corrupción y flagelos sociales en medio de una pandemia.

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Aunque siendo totalmente honestos, hubo un par de candidatos que sentí que tenían más claridad en sus propuestas, pero nuevamente, el formato del debate no les permitió profundizar, contrastar y, paradójicamente aunque era un debate, no se pudo debatir, por el resto de candidatos, pues no hay mucho que decir, un discurso basado en el pasado y lo bien que lo hicieron, aunque quedaron muchas preguntas sin responder, otro candidato que probó en carne propia que los tiktokeros no llegan tan lejos y menos si no se visten de viuda, y quería dejar para el último aquel candidato que es el ejemplo perfecto de nuestro declive político. ¿En qué momento el país se volvió un meme?, ¿cuándo demonios pasamos de Roldós, Velasco, Febres-Cordero, Borja, a este prospecto de politiquero, que la pregunta a nivel nacional era cómo es que estaba en ese espacio de debate? Y todavía tuvo las agallas de decir que por lo menos nos hizo reír, personalmente me hizo muy poca gracia, aunque comprobé que el ecuatoriano mantiene su sentido del humor hasta para morir de indignación, los memes sí fueron creativos.

Hoy solo les pido la responsabilidad y la valentía de hacer de la democracia la mejor arma contra el terror...

En fin, querido lector, estamos en una segunda vuelta, con una cara renovada, aparentemente limpia, alguien que en el debate se lució porque nadie le pudo señalar con el dedo, alguien que me ha levantado el sentimiento de esperanza, que con la prudencia y el conocimiento no solo ganó su pase a segunda vuelta, probablemente ganó el más grande de los desafíos, levantar a este país que sigue teniendo un hilo de esperanza, un país agónico, vejado y adolorido pero valiente, la política y el país ahora se encuentran en la disyuntiva de la mejor apuesta, nos toca elegir entre el pasado y el presente, para definir nuestro futuro, entre la vieja política o el cambio generacional que nos han ofrecido. Hoy solo les pido la responsabilidad y la valentía de hacer de la democracia la mejor arma contra el terror y la humillación, hoy tenemos la responsabilidad de meditar nuestro voto más allá de las redes sociales, y tenemos el compromiso de enfrentar con valentía la decisión de haber entregado ese voto, que hoy más que nunca es una inyección de oxígeno a un país asfixiado. (O)