Es inaceptable, una minoría no puede intentar someter al resto. La violencia no resuelve problemas reales, solo empobrece… Hay mucho por hacer más allá de las prebendas, quizás necesarias temporalmente, pero que no cambian en esencia la vida de los pobres.
No se puede construir una sociedad desde la violencia, ni dándose la espalda.
1. No se puede construir una sociedad desde la violencia, ni dándose la espalda. La convivencia parte de la necesidad de algo difícil: confianza, diálogo, conocerse, encontrar mecanismos más allá de las ideas cerradas de cada uno (porque todos miramos el mundo con sesgos).
2. Central es la productividad, utilizar los recursos de mejor manera, para producir mejores bienes y servicios, pero también para que haya mejor educación o salud para quienes tienen menos oportunidades. O un mejor medioambiente. O mejor justicia, menos corrupción, seguridad. Es ampliar y mejorar la cancha.
3. A no ser que queramos ir a un modelo comunista de “cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades” que es absolutamente contrario a la esencia humana y la visión de la gran mayoría de ecuatorianos, el progreso de cada uno se basa en ofrecer a los demás trabajo y bienes o servicios de más valor. La gente más pobre lo es porque oferta cosas de bajo valor, y los campesinos más pobres lo son porque “sus productos básicos reciben un bajo precio al estar al inicio de la cadena de valor lejos del consumidor final, mientras al adquirir insumos y otros productos están al final de la cadena y pagan más”. Por supuesto, siempre hay la pregunta “¿y quién decide ese valor?, ¿por qué las cebollas valen poco, a pesar de ser muy apreciadas?”, y la respuesta real: es el conjunto de compradores que considera está dispuesto a pagar no más de un dólar por un atado de varias cebollas, mientras por un celular paga al menos 300 dólares (valoración general en que intervienen también las personas de menores ingresos). Por supuesto, esto se combina con el hecho de que son productos básicos de poca tecnificación aunque gran esfuerzo, donde hay muchos productores compitiendo.
Es necesario: uno, producir trabajo y bienes de más valor, ejemplo, cebollas de mejor calidad, más uniformes, lavadas, en bolsa, o algunos migren hacia productos diferentes (quizás hierbas más especializadas u otras actividades como turismo); dos, acortar la comercialización hacia el consumidor final captando algo más de la cadena de valor (ejemplo, unirse y entregar directamente con una camioneta); tres, ser más capitalistas: usar mejores herramientas.
¿Quién lo debe impulsar? Todos, porque no es un acto de magia. Las propias comunidades, porque tienen un rol esencial y una responsabilidad, no pueden ser receptoras pasivas. El mundo empresarial abriendo espacios para integrar a esos trabajadores y productores en sus cadenas y lograr el objetivo de más valor, incluyendo apoyo técnico y logístico. El Gobierno, porque hay factores como infraestructura (caminos vecinales), cierto crédito o sin duda educación y salud que son claves en el camino. Universidades con ideas. Los políticos, porque deben adecuar el entorno con un mejor sistema laboral, apertura al mundo, reglas sanas para invertir, un Estado que no sea un lastre. Los ciudadanos, porque todos lo construimos cada día… una condición: ¡en paz! (O)