Tres bloques legislativos han informado haber llegado a un acuerdo para realizar ciertas acciones políticas para la organización de la Asamblea Nacional y dar apoyo a legislación económica urgente que propondría el nuevo Gobierno.

Los integrantes del acuerdo son, según lo anunciado: la Revolución Ciudadana (RC, 51), el Partido Social Cristiano (PSC, 18) y el partido de Gobierno, ADN (14). Se parece esto mucho a un acuerdo que se conoció, y no llegó a materializarse, entre los mismos partidos, RC y PSC, con el gobierno anterior; hoy solamente cambiaría el nombre del titular de la Presidencia.

Gobierno millennial

Lo más visible del acuerdo es, o sería, que quien fuera candidato a la presidencia de la Asamblea Nacional hace algo más de dos años, sea el mismo ciudadano que hoy es auspiciado por el Partido Social Cristiano, lo que demostraría constancia en los propósitos del partido que propone, nuevamente, esa candidatura a presidir la Asamblea Nacional. Esta es la nueva realidad, en la que queda en evidencia que la parte más débil del acuerdo es el partido de Gobierno; y si no hay una modificación a las reglas del juego, esto se repetirá en las futuras elecciones, empezando por la inmediata en el año 2025; volveremos a tener una Asamblea Nacional fraccionada, integrada por varios partidos políticos: una verdadera colcha de retazos.

Asamblea Nacional al rescate

El presidente electo, Daniel Noboa, anunció que haría una consulta popular, lo que sería la ocasión para preguntarle a la ciudadanía si estaría de acuerdo en que la elección de legisladores tenga lugar con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Esta sería una modificación constitucional que permita la gobernabilidad. Lo que ocurrió con el presidente Guillermo Lasso es una demostración de lo nefasta que es la elección actual de legisladores en primera vuelta. Por supuesto que los beneficiaros del actual sistema pondrán el grito en el cielo, pero es un precio que hay que pagar.

La durabilidad del propuesto acuerdo en la Asamblea Nacional para el actual período transitorio estará permanentemente sometida a prueba; ya quedó cuestionada en el asunto del eventual enjuiciamiento a la fiscal general, Diana Salazar; enjuiciamiento que lo anuncia el socio mayor de la alianza parlamentaria.

El desafío generacional

Lo anterior, en cuanto a la Asamblea Nacional; en cuanto al nuevo Ejecutivo, ha creado preocupación la juventud de los anunciados miembros del futuro gabinete, su falta de experiencia en el manejo de la cosa pública. Eso constituye un albur, un reto, del que se espera que salgan airosos. Quien esto dice fue secretario general de la Administración Pública del doctor José María Velasco Ibarra a los 28 años, y había sido inmediatamente antes diputado al entonces Congreso Nacional.

Como la seguridad es la preocupación mayor del pueblo, repetiré que es un error el haber dividido el Ministerio de Gobierno. Al principio se lo dividió creando el Ministerio del Interior, que en realidad podrían haberle llamado Ministerio de Policía, porque un oficial de Policía es su titular y lo sigue en autoridad el comandante de Policía; con esto se perdió el control político de la piedra angular de la seguridad interior. (O)