Dos famosos mileniales han logrado captar la atención de millones en el mundo con la exposición pública de su vida privada, con suegra, deudas y todo a bordo. Y en medio de canciones y lamentaciones que generaron agrios debates familiares y entre amigos en muchos rincones del mundo, la verdad es que la tecnología ha hecho que la cantante, que pertenece a la primera camada milenial, y el exfutbolista, milenial del rango de los 35 años de edad, estén ganando millones de dólares con la apertura de sus secretos que tienen encantadas de manera transversal a otras generaciones.
De ella, ya no viene al caso relatar el éxito musical que ha tenido con cuatro canciones alusivas al tema, y la descarga gigantesca de sus inspiraciones a la velocidad de la luz de la fibra óptica. Eso es muy conocido. Récords mundiales y la masiva solidaridad femenina están entre sus premios.
De él, el “traidor” de la historia, supuestamente digno del odio de todas, la arremetida emocional/musical de la que fue objeto le ha puesto gasolina de avión a su proyecto, ahora realidad, de la Kings League, una mezcla de fútbol y entretenimiento digital por streaming, que ha encantado a muchos centeniales, mileniales y padres de ellos, Baby boomers, que se han involucrado directa o indirectamente con el tema, muchos gustosos y animados.
La prueba de fuego de la Kings League fue hace pocos días. Hizo historia en el Camp Nou, el mítico estadio del Fútbol Club Barcelona, donde una liga comandada por 12 creadores reunió a 92.000 personas que pagaron entre 15 y 300 euros para poder entrar y presenciar una final que no tiene ranking alguno de la FIFA o de alguna liga nacional. Jugadores famosos, ya en el retiro, son anclas para captar más audiencia.
De la Kings League se habla... Tiene la atención mediática que cualquier nueva competencia deportiva envidiaría.
Durante meses este nuevo formato ha demostrado una capacidad atípica para mantenerse en el centro de la atención. Ha ido un permanente ascenso hasta concluir con una primera parte absolutamente exitosa, en la que sus seguidores han entrado y salido constantemente de los mundos real y virtual con absoluta normalidad, sin marcar un límite. Es lo que llamo yo la puerta giratoria de la nueva realidad, donde la ficción y la realidad se entremezclan con absoluta normalidad y muchos de quienes están ahí denotan dificultades para mostrar los límites.
Este se trata de un concepto que ha llevado a jugadores desconocidos a ser coreados por uno de los grandes templos del fútbol mundial. Por eso, en la tribuna abundaban niños que iban felices a ver a sus streamers, a ver eso que parece fútbol y a divertirse con sus papás sin importar que el juego sea solo un pretexto para ver a los streamers reaccionando y para que la comunidad interactúe.
De la Kings League se habla mucho más allá de los partidos. Tiene la atención mediática que cualquier nueva competencia deportiva envidiaría. Y posee una base de aficionados que, en su conjunto, llenaron el Camp Nou, para aplaudir a jugadores que quizás no servirían a Messi ni para entrenar. Es la nueva realidad del entretenimiento montado en el deporte rey y no hay que resistirse a ella, sino entenderla y sacarle el mejor provecho al ser definitivamente irreversible. (O)