Además de la ideología y la identidad regional, que fueron los dos factores (o clivajes) señalados la semana pasada, hay otros que son de carácter más coyuntural y que influirán decisivamente en los resultados de la elección de agosto. En orden de importancia, por el peso que tienen en la decisión de los votantes, estos son la lucha contra la inseguridad, reactivación económica, las medidas de emergencia para enfrentar el fenómeno de El Niño, la disponibilidad de un soporte político, la lucha contra la corrupción y la definición frente al correísmo.
Otra vez Durán..., la violencia no cesa
La inseguridad aparece en las encuestas como el principal problema que preocupa a la población ecuatoriana, por lo que será determinante en la configuración de la decisión de gran parte del electorado. Por el momento, quien ha tomado la delantera en este asunto es Topic, que incluso gusta de presentarse como un experto, aunque lo hace solamente en un aspecto parcial de ese campo, que es el uso de la fuerza. Si bien la estrategia para enfrentar la violencia y la inseguridad abarca temas más complejos, es probable que su éxito consista precisamente en reducirla a la parte más visible y de más fácil comunicación. Aún es temprano para afirmar algo sobre los demás candidatos en este tema, pero les resultará difícil arrebatárselo. Lo que podrán hacer será llevarle hacia asuntos que le resulten ajenos y en los que pueda mostrar vacíos.
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La reactivación económica será el tema más disputado. González, Sonnenholzner, Noboa, Hervas y Pérez ya han dado pistas de que lo tomarán como el eje de sus campañas. No se puede descartar que los otros tres incursionen también por ahí. Por lo que se ha visto hasta ahora, es probable que se repitan las experiencias anteriores, en que las propuestas se alejan de la técnica y la racionalidad económica para convertirse en un concurso de ofertas irrealizables y peligrosas, como la utilización de la reserva monetaria internacional. La incógnita es si la ciudadanía se dejará seducir por los cantos de sirena que pueden desembocar en la desdolarización.
La emergencia por El Niño ha merecido apenas alguna referencia lateral y anecdótica de parte de los candidatos, como la propuesta de Pérez para enfrentarla con una minga. Seguramente prefieren no tocarla, porque hablar de una posible catástrofe no da votos cuando hay una población que quiere sueños y no realidades.
La ausencia de un soporte político es el mal que afecta a la mayoría de los candidatos. A pesar de la prédica en contra de la mal llamada partidocracia, González es la única que tiene algo parecido a una organización política (en menor medida Topic, pero ya se sabe cómo actúa el PSC). Armijos, Hervas, Villavicencio, Noboa y Pérez se presentan no solo con camisetas prestadas, sino con membretes que no les aseguran una mínima base de partida. Van a necesitar toda la creatividad de sus diseñadores de campaña para suplir esa carencia.
La lucha contra la corrupción tiene en Villavicencio al único exponente. Por obvias razones este tema debería ocupar el lugar central de la campaña, pero no aparece como tema central entre las preocupaciones ciudadanas, por tanto es poco probable que sea una cantera de votos. Finalmente, la posición ante el correísmo será definitoria en la segunda vuelta, pero para ello en la primera deberá definirse quién encarna al anticorreísmo, y eso es algo que aún no se ve. (O)
