Más allá de lo que dispongan las leyes, lo importante es luchar por la justicia, porque en ocasiones la ley puede ser injusta o inmoral. En la universidad se nos enseñaba que en el caso de leyes injustas, hay que luchar contra ellas, hay que resistirlas. Internacional o localmente vemos que se falta a la justicia y, consecuentemente, hay que luchar porque ella impere.

En lo nacional, penosamente, y no creo que de mala fe, el ministro del Interior dice que porque es respetuoso del orden de derecho ha acatado esa infame decisión de uno de estos jueces cantonales concediendo la libertad a un sujeto que ganó su fama infame en las negociaciones de medicinas y con una aparatosa, frustrada, fuga en avioneta hacia el Perú; lo que el accidente impidió, lo ha concedido ahora nuestro depravado sistema judicial, que el ministro acata porque es respetuoso del derecho. No se puede respetar la infamia, hay que condenarla e impugnarla.

En lo internacional, leemos que el Parlamento Europeo ha destituido a su vicepresidenta acusada de recibir sobornos de Qatar, para que sus habitantes puedan ingresar a la comunidad europea con visas de turismo. A este escándalo se lo llama ahora el Qatargate. En esa compañía, desgraciadamente, estamos gestionando el que los ecuatorianos accedamos a esa concesión de ingresar a Europa con visa de turismo.

En nuestro vecindario, vemos a gobiernos y exgobernantes latinoamericanos solidarizándose con la expresidenta, hoy vicepresidenta de Argentina, porque ha sido condenada por la justicia, por actos de corrupción, a cárcel y prohibición perpetua de desempeñar cargos públicos. ¡Vamos a ver quiénes nomás desfilan por esa curiosa pasarela de solidaridad! Y con el mismo espíritu de solidaridad, el gobierno argentino ha decidido otorgar asilo político a la ecuatoriana que se encuentra en la residencia de su Embajada en Quito como huésped por razones humanitarias. Se diría que esta acción del gobierno argentino responde a un plan general concertado entre gobiernos de ideologías coincidentes para apoyarse recíprocamente en sus problemas con la justicia.

Mucho cuidado debe tener el Gobierno del Ecuador ante la insistencia del Gobierno argentino. El presidente de México, por su parte, ofrece asilo al depuesto presidente peruano aunque está preso en territorio peruano, y no puede acceder a la legación diplomática mexicana. Los gobiernos de México, Colombia, Bolivia y Argentina interceden por Castillo. El juzgado segundo de lo constitucional en Lima ha negado un recurso de habeas corpus en favor de Castillo. Nótese que la resolución es de un juzgado de lo constitucional de Lima, y no de un juez cantonal como ocurre en Ecuador. Perú vive agitados momentos que incluso han movido a la nueva presidente, para calmar los ánimos, a proponer un adelanto de las elecciones presidenciales para abril de 2024.

En Brasil, Lula, el presidente electo, acaba de formular una declaración muy peligrosa, que la leí en Bloomberg. Dice que el ejército es el obstáculo para instalar un régimen socialista en Brasil. (O)