Se decía que Nueva York era la capital del mundo. Esto es una hipérbole, una exageración pero con asidero en la verdad. Hay hechos que confirman esta capitalidad. Uno, la presencia en la enorme urbe del Hudson de la sede de la Organización de Naciones Unidas, verdadero gobierno mundial. Otro, el ataque de terroristas islamistas a las torres gemelas del World Trade Center. No querían derrumbar el edificio más alto del mundo, sino derribar los minaretes más significativos de la capital de Occidente, el emblema máximo de la civilización más poderosa de la historia.

Oportunidad de paz

Los islamistas son islámicos que no han entendido la separación entre religión y política, un principio básico de convivencia del Occidente moderno. No constituyen necesariamente una mayoría entre los musulmanes, pero son un grupo grande, poderoso y activista. Por eso hay países que se denominan a sí mismos repúblicas islámicas. Imaginen la que se armaría si un Estado quisiera proclamarse oficialmente “república cristiana”. Los islamistas no otorgan ningún valor moral a la democracia y sus instituciones, pero cuando se trata de desplazar a las culturas rivales, todo vale, incluso las elecciones populares, que en casi todos los países mahometanos son simples pantallas para refrendar a regímenes autoritarios.

Dentro de 22 días hay elecciones municipales en la capital del mundo. Debemos tener en cuenta que los municipios en Estados Unidos son entes con amplios poderes, no son como los ecuatorianos, que han terminado reducidos a ejecutores de obras públicas menores. Así, cobra importancia saber quién es el candidato con mayores posibilidades de ganar la alcaldía de la mayor ciudad de la nación más poderosa del planeta. Es Zohran Mamdani, tiene 34 años, nació en Uganda, África Oriental... cuando a los mayores de 50 nos mencionan ese país, recordamos en seguida que fue gobernado por el boxeador Idi Amín Dada, un dictador grotesco y sanguinario. Los padres del prometedor candidato por el partido demócrata son de origen indio; su madre es una cineasta hindú, su padre es un antropólogo islámico. El joven político heredó la religión de su progenitor, pero merece resaltarse un matiz, es un islámico chiita, la misma rama de los ayatolás de Irán.

Disidencia

Zohran, conocido como cantante de hip-hop, fue electo miembro de la asamblea estatal de Nueva York hace cuatro años, en representación del distrito de Queens. Ahora, en pos de la alcaldía, su programa propone, en la media que alcanzan las facultades de un alcalde, un programa socialista populista con toques tercermundistas: transporte gratuito, salud infantil sin costo, tiendas comunitarias, congelamiento de los arriendos, subsidio para adquirir casa y un aumento progresivo del salario mínimo hasta alcanzar los 1.200 dólares semanales. En política se ha manifestado antiisraelí de línea dura, sin considerar que NYC tiene la mayor comunidad judía del país. Parece que los demócratas han optado por radicalizar su línea hacia la izquierda, como respuesta a las desatinadas políticas del presidente Trump. Si esta estrategia les da resultado en tres semanas habrá que ver quién puede detener más adelante a Mamdani. (O)