El presidente Daniel Noboa tiene una especial debilidad por el tiempo libre. Recientemente, su gobierno anunció que está analizando la posibilidad de ampliar el feriado de Navidad y Año Nuevo para que los ecuatorianos tengan dos generosos puentes vacacionales más. La excusa es siempre la misma: ayudan a fomentar el turismo. Pero en un país con escaso empleo, los turistas son siempre los mismos. ¿Cuánto realmente pueden contribuir a incrementar los ingresos económicos en zonas turísticas y más aún con la creciente violencia en lugares como General Villamil y Crucita?
Objetivamente, los empleados que tienen franco el 25 trabajarán a medias los viernes 26 de diciembre y 2 de enero. Pero este solo es el caso del personal de oficina. Los empleados en los sectores agrícola, industrial y de la salud trabajan normalmente y, más bien, le resultan más costosos al empleador. En el sector de la salud, especialmente, la falta de directivos durante estos feriados largos perjudica el funcionamiento correcto de los hospitales. Al final, la demagogia del feriado de un Estado benefactor aplica a pocos y perjudica a muchos y contradice los postulados liberales de ADN, el partido de Noboa.
El presidente también se otorga a sí mismo días libres con desprendimiento. Sus viajes repetitivos a Estados Unidos muestran escasos resultados y son poco transparentes, por lo que resultan ser verdaderas vacaciones para él y sus acompañantes. La excepción fue cuando acudió a tomarse una foto en Mar-a-Lago con el presidente estadounidense Donald Trump; ahí probablemente trabajó con mucho ahínco… para realizar sus propias conexiones sociales y empresariales con el objetivo de promover sus negocios personales. Si no es así, espero que la foto de Noboa con Trump le ayude muchísimo a Ecuador a salir de su actual crisis; la esperanza es lo último que se pierde.
La generosidad de Noboa no termina ahí. Invitó a Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, a distraerse viendo dónde iban a poner las bases militarias imaginarias a las que el Ecuador iba a abrir las puertas con la consulta popular. La pasaron muy bien, como dijo la misma canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, “viviendo su mejor momento”, seguramente en referencia a la cabalgata por la playa digna de una publicación en Instagram de la misma @kristinoem.
Asimismo, Noboa relevó a Jimmy Martin del Ministerio de Salud Pública para que reciba un merecido descanso y lo encargó a su vicepresidenta, quien ostenta un título de la Parsons School of Design y experiencia como gerenta de una empresa textil. De salud sabrá poco, pero conoce de negocios lo suficiente como para garantizar que empresas privadas como Healthbird ejecuten contratos con el Estado con la debida tranquilidad sin que el país tenga información suficiente para fiscalizarlos debidamente.
Los días pasarán de feriado en feriado mientras menguan las atenciones en salud, se obtienen resultados escasos en la lucha contra el crimen y la tasa de empleo no tiene visos de mejorar, y el flamante ministrol de Trabajo dedica su tiempo a planificar más puentes vacacionales. (O)










