En las últimas semanas se destapó finalmente la caja de Pandora que el Gobierno ecuatoriano entregó a David Urquizo Tapia, el más reciente gerente general de HealthBird Ecuador. Los anuncios bombásticos de una alianza entre HealthBird, una empresa con escasa visibilidad en Estados Unidos, y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones para resolver los problemas del sistema de salud de Ecuador concluyeron con un vergonzoso video nocturno de Urquizo frente a la cámara de un teléfono móvil diciendo que la empresa que representa “sale” del país.
Por donde se vea, el Gobierno tiene mucho que explicar al país. La empresa principal, cuyo nombre significa “ave de la salud”, tiene varios juicios en su contra en Estados Unidos. La aplicación que Urquizo anunció en una entrevista en el canal de YouTube de CNT no está disponible en ninguna tienda de aplicaciones ni ha dejado rastro en internet. Pero, según las versiones publicadas por la misma empresa, funcionarios de CNT, el exministro de Salud Pública Édgar Lama y el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, se entiende que se le realizaron pagos y se le adjudicaron contratos.
Ariel Domínguez, presidente de la sociedad de acciones simplificadas HealthBird Ecuador, se autodescribe en LinkedIn como director ejecutivo (CEO) tanto de OneNest como de HealthBird, pero OneNest es dueña de HealthBird. No hay evidencia de un producto donde conste el nombre de Domínguez o su socia y esposa, Irena Tigaranyan (por ejemplo, de un manual de uso), como prueba de su trayectoria.
En el sitio web principal de HealthBird, solo se encuentra información sobre un sistema para comparar o adquirir seguros de salud que tampoco funciona. Al tratar de usarlo, pide un código postal y, cuando el usuario ingresa un código postal cualquiera de Estados Unidos, el sistema dice que no existe cobertura.
Urquizo afirmó que HealthBird no recibió datos de pacientes de Ecuador, pero Primicias reportó que la plataforma de gestión de historias clínicas estaba alojada en un dominio web de HealthBird. Si es verdad que iniciaron un plan piloto, como anunció el MSP, ¿por qué se permitió que usara su propio servidor? Si no es verdad que hubo un piloto, ¿por qué continuó trabajando con HealthBird?
El 20 de marzo de 2025, Domínguez anunció en LinkedIn el lanzamiento de la aplicación CNT Salud desarrollada por HealthBird, “después de un año de sangre, sudor y lágrimas”. Añadió que esperaba que fuera descargada millones de veces en la siguiente semana para agendar 500.000 citas hasta el final de ese mes. Nada de eso sucedió. Lo más increíble de todo es que Domínguez afirmó que la aplicación es “revolucionaria”, porque monitorea la presión arterial basada en inteligencia artificial facial y seguimiento de signos vitales. Para un ministerio que no autoriza el reemplazo de un medicamento elemental como loratadina por cetirizina porque está fuera del cuadro básico de medicamentos, sorprende que autorice este tipo de herramientas aún en etapa piloto sin que haya una sola normativa de por medio. No augura nada positivo que se haya llegado hasta este punto sin que haya saltado una sola alarma. (O)










