Dentro de un mes Daniel Noboa Azín (DNA) cumple dos años en el poder. Ha sido un gobierno muy efectivo. Además ha sabido imponerse a los que se proponen hacerlo fracasar.

Su primera prioridad fue fiscal, habiendo recibido una caja en cero. Logró lo que no pudieron otros: elevar el IVA en tres puntos y eliminar los subsidios a la gasolina y al diésel automotor. A pesar de esas medidas, maneja un buen nivel de credibilidad y apoyo ciudadano. Ayuda que montó varios programas de transferencias a grupos necesitados.

El alza del diésel automotor fue el pretexto del levantamiento de la Conaie, pero el Gobierno tuvo una astuta estrategia para contenerlo y se extingue sin ultrajes a Quito a diferencia de 2019 y 2022.

A raíz de la toma de TC por parte de los Tiguerones, DNA declara que existe un conflicto armado interno y asigna tiempo y recursos para esa lucha, en dos frentes: contra los delincuentes en las calles y sus protectores en la Corte Constitucional, que declara inconstitucional leyes que no coinciden con su ideología. Lasso es responsable de no haber escogido bien a sus nominados a la corte y DNA lo es por partida doble por no haber aprendido de la experiencia de Lasso.

Al tercer año de gobierno, se requiere una tercera política pública central: el despegue económico. En enero-septiembre, el Gobierno ha amortizado deuda externa por $ 804 millones más de lo que recibió. En 2026 y 2027, la amortización neta será mayor. En el futuro previsible, la deuda más la elevadísima nómina no le dejan al Estado fondos para invertir. La previsión oficial es de un mísero crecimiento económico de 1,8 % en 2026.

Hay tres vías para estimular el crecimiento económico, y pueden proseguirse de manera simultánea: 1. Dar facilidades a que las cosas que hacemos bien, en particular agricultura tropical, acuicultura y pesca, se diversifiquen a otras líneas y añadan valor agregado. Camarón, banano, cacao, atún y otros han crecido a espaldas del sector público, que poco contribuye, por ejemplo, con infraestructura eléctrica y vial, o seguridad. El golfo de Guayaquil está en manos de piratas; impulsar la tecnificación de la agricultura interandina; 2. Atracción de inversión en petróleo y minería, que trae divisas e ingresos fiscales cuantiosos. Chile y Perú viven de exportar cobre; el oro ha subido de precio, pero en Ecuador preferimos no tocarlo por razones ambientales y dejamos que lo exploten los narcotraficantes. La producción petrolera puede crecer, pero por razones ambientales cerramos los pozos. Esto tiene que revertirse; 3. Radicar nuevas industrias, saltándonos etapas y atraer nuevas tecnologías.

Esto requiere acciones en tres frentes: 1. Modernizar la legislación y administración pública que atañan a las empresas, así como la infraestructura, excelente electricidad, carreteras, telecomunicaciones. El país tiene que ser una plataforma atractiva; 2. Atraer inversión extranjera, lo que incluye permitir el arbitraje internacional, indispensable después de la confiscación a Occidental y el intento de extorsión a Chevron; 3. Invertir en educación, sacar ingenieros de primer orden, crear una mano de obra abundante altamente calificada. Las industrias con futuro son tecnológicas.

Los países que no se apliquen se quedarán atrás. Muy atrás. (O)