El mundo está convulsionado por el fallecimiento de Isabel II. Fue noticia de primera plana en todo el globo. Sus súbditos hacen largas colas para rendirle un póstumo homenaje en el Palacio de Westminster. Los jefes de Estado de todo el orbe acudirán a su sepelio. Un visitante de otro planeta creería que Isabel fue gobernante universal.

Pero Isabel no gobernaba. La Gran Bretaña es monarquía constitucional desde el siglo XVII. El poder que hereda Carlos III es simbólico. Representa a la nación. Lo mismo que el presidente en Alemania e Italia.

Es atribución del rey nombrar al primer ministro. Pero se reduce a convocar al jefe del partido que conforma una mayoría parlamentaria: no puede escoger a quien quiera.

... le corresponde fortalecer el concepto de Reino Unido, a través de una muy activa diplomacia personal.

Carlos llega al trono cuando la reverencia a la monarquía es mucho menor que hace 70 años que accedió su madre. Por lo que Carlos opta por mayor discreción. Una de sus primeras decisiones fue reducir la familia real a lo más íntimo: él, su esposa, el hijo mayor (futuro rey), esposa e hijos. El resto de familiares quedan fuera.

Hace un siglo Gran Bretaña tenía un vastísimo imperio, del que hoy no queda nada. Irlanda (1922) y la India (1947) se independizaron por la fuerza. Algunas de las colonias que se independizaron pacíficamente optaron ser monarquías constitucionales bajo el rey británico. Entre ellas Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Jamaica. Ida Isabel, es altamente probable que algunos de esos países consideren declararse repúblicas.

Pero hay otra reducción del reino más ominosa. En 2016 el pueblo británico votó por retirarse de la Unión Europea, proceso conocido como Brexit. El Reino Unido tiene cuatro integrantes. El Brexit ganó en Inglaterra y Gales, pero fue rechazado en Irlanda del Norte y Escocia. Y ahora hay el peligro de secesión de ambas.

Escocia sostuvo un referéndum independentista en 2014, cuando 55 % de los electores votaron por seguir siendo parte de Gran Bretaña. Pero en 2016 lo escoceses abrumadoramente rechazaron el Brexit. Hoy el gobierno de Escocia anuncia que ese rechazo justifica un nuevo referéndum independentista, a tener lugar en octubre del 2023.

Cuando se independizó Irlanda, que es católica, el extremo norte de la isla que es preponderantemente protestante de origen escocés se quedó en el Reino Unido. Con el ingreso de Gran Bretaña a la Unión Europea en 1973, las economías de Irlanda e Irlanda del Norte se integraron. En las negociaciones del Brexit, Londres aceptó que en los puertos de Irlanda del Norte se inspeccione que la mercadería que llegue de Gran Bretaña cumpla con las normas europeas: económicamente, Irlanda del Norte está más integrada a Irlanda que a Gran Bretaña. A lo que se suma que la minoría católica de Irlanda del Norte crece más rápidamente que la protestante. Los lazos de Irlanda del Norte con Gran Bretaña se debilitan.

Hay la amenaza de que el Reino Unido quede reducido a Pequeña Inglaterra. A Carlos le corresponde fortalecer el concepto de Reino Unido, a través de una muy activa diplomacia personal. Anclar a Irlanda del Norte y Escocia con Inglaterra, y motivar a los países que lo reconocen como rey, continuar haciéndolo.

Ya empezó. Mientras el féretro de su madre transitaba de Buckingham a Westminster, Carlos y Camila aterrizaban en Belfast, capital de Irlanda del Norte. (O)