Escribiendo estas líneas, reflexiono que estamos ya a fines de junio, mitad de año. Y apena decir que, entre las preocupaciones por la situación política y la consternación por la seguridad interna, hemos dejado de lado un tema que debió ocupar la primera plana desde hace meses: la llegada del fenómeno de El Niño.

Sin intención de ser fatalista, debo confesar que no dejo de asombrarme por la gran confianza -y hasta desprecio- que mostramos los humanos ante un poder tan grande, que rebasa la capacidad humana, como el poder de la naturaleza. Hasta en las películas de Hollywood, la naturaleza y sus fuerzas se mencionan como un tópico recurrente para crear historias escalofriantes que acaban con poblaciones enteras, generan escasez, angustia y destrucción, por efecto de inundaciones, heladas, huracanes, sequías. También es cierto que por la ubicación en el globo terráqueo los ecuatorianos hemos sido bendecidos con la llegada de pocos de estos fenómenos naturales, que afectan más bien al hemisferio norte; y, tal vez por eso, damos poca importancia a estas advertencias.

Municipios reciben mapas con zonas susceptibles ante el fenómeno de El Niño

Con honestidad debemos reconocer que lo sentimos muy lejano a nuestra realidad, muy estilo película taquillera; y, con tantos temas de qué preocuparnos, vemos poco probable que algo así llegue a visitarnos. Por ende, damos por sentado que cualquier furia natural la veremos en la pantalla más que en el patio de la casa.

Quiero pensar que es por esto, y no por otras razones, que a estas alturas, y pese a que lo sabíamos desde el año pasado, todavía no existe un criterio claro de cómo vamos a enfrentar como país la llegada de este temporal.

Banca privada financiará $ 200 millones del plan de acción para enfrentar el fenómeno de El Niño en Ecuador

Confieso que preocupado por este análisis, traté de buscar en algunas páginas oficiales acciones concretas sugeridas o tomadas por los organismos a cargo de enfrentar la eventual crisis, pero con profunda desilusión encontré declaraciones líricas y pocas directrices que permitan a la comunidad saber a dónde dirigirse en caso de peligro. Tampoco he visto muchas propuestas concretas de los candidatos a la Presidencia.

Espero sinceramente que se trate de una falta de capacidad de mi parte para encontrar esta información; o de falta de promoción adecuada de parte de las autoridades.

Esperamos... evitar que entremos todos en un círculo de desgracia, producto de la falta de planificación.

Pero hasta donde me puede constar, repito ojalá esté equivocado, todas las acciones han sido básicamente reactivas y generadas por quienes de una u otra forma sienten que sus intereses se verán afectados por las eventuales lluvias fuera de época.

Pese a lo cual, ya empezamos a ver ejemplos de afectación general, como el hecho de que algunas poblaciones de Guayas y Esmeraldas están bajo el agua; en la Sierra hay carreteras cerradas por deslaves; productos básicos como la cebolla y el arroz empiezan a subir de precio en los mercados.

Siendo la naturaleza la que pone las reglas, todos deberíamos meditarlo dos veces, si creíamos que veremos el desastre solo desde nuestra pantalla.

Esperamos que pese a las distracciones por la época electoral y otros temas de debate nacional, podamos atender a los hermanos que ya están sufriendo; y evitar que entremos todos en un círculo de desgracia, producto de la falta de planificación. (O)