Esta columna se escribe antes de la posesión de ADN. Supongo que se dirigió a la nación, aunque los discursos no son su estilo. Todo lo que ha comunicado sobre sus planes para el cuatrienio es un trino “X” en que puso como prioridades “el crecimiento económico, en atraer mayor inversión y empleo, derrotar al terrorismo y abrir las puertas al comercio internacional”. Explica que el logro de la breve presidencia que expira es que “pusimos la casa en orden”.

Sus prioridades son las correctas: ya es una década de ajustes. Pero el Fondo Monetario le dirá que si bien en 2024 puso la casa (léase finanzas públicas) en orden, fue con impuestos y contribuciones temporales y hacen falta medidas definitivas, y que en 2025 se desploma el precio del petróleo y se ha disparado el gasto público. Por lo que o recorta el gasto, o tendrá que elevar más los impuestos y eliminar el subsidio a los combustibles.

Sin perder un minuto

Ese es el dilema de Noboa. Es recesivo subir impuestos y bajar gastos, ahorrar para pagar la deuda en bonos que se vencen cuando los acreedores rehúsan comprar nuevos bonos. No hay solución fácil para pagar deuda y reactivar la economía, más aún cuando lo poco que queda se va en la inversión eléctrica para evitar el retorno de los apagones y cumplir con la orden de la Corte Constitucional que lo obliga a desmontar la infraestructura del ITT y llevar a cero una producción petrolera en camino a llegar a 100.000 barriles diarios. La mañosa consulta nos pasa factura.

ADN tiene que sacar de donde sea fondos para el fisco y a la vez inversión privada. Todo suma. Acceder a otra línea de crédito del FMI, la RSF, que podría ser de hasta $ 1.300 millones. Se anuncia la emisión de un bono social con garantía parcial BID; podría ser de $1.000 millones, quizá más. El abortado contrato para Sacha incluía que la contratista le anticipe $ 1.500 millones de futuras utilidades. Un crédito tapiñado. Pero el presidente se arrepintió. Es posible que retome la idea.

Objetivos para estos 4 años

Se busca un crédito de China, pero la era de créditos abundantes se agotó. Lo que Xi Jinping ofrece a Latinoamérica, $ 9.200 millones, es muy escaso. Ecuador por sí solo llegó a deberle ese monto a los bancos chinos.

En cuanto a inversión, mayor agilidad en procesos para que haya mayor inversión privada en generación y transmisión eléctrica. Hay que sacar los concursos para APPs. Estos son en su mayoría concesiones viales. Se trabajó con ahínco en el cuatrienio en mejorar la ley y los reglamentos, hacer los estudios. Ya es hora de ver arrancar algún proyecto, como el quinto puente.

Si Noboa quiere ver resultados en petróleo antes que termine el cuatrienio, tiene que salir con licitaciones petroleras y con mecanismos más ágiles para adjudicar los contratos. Ecuador encontró gas en el campo Amistad hace 55 años, y no se ha hecho un trabajo serio para buscar más hidrocarburos. A este paso, lo aprovechará la contratista del Perú que opere frente a Tumbes.

Presidente: ¿por qué no crecemos?

En minería es necesario agilizar los permisos ambientales represados y reabrir el catastro minero. Y en comercio exterior, la sorpresa es que a pesar de que Washington se vuelve proteccionista, el Ecuador tiene una ventana de oportunidad para lograr un acuerdo comercial con EE. UU., ese sería un triunfo de la diplomacia personal del presidente Noboa. (O)