Tal como lo he dicho en entrevistas esta semana, el pasado domingo hemos asistido a una jornada inédita en la historia electoral del país.

La candidatura de Daniel Noboa estuvo muy bien concebida. Una imagen fresca de un empresario inteligente, con credenciales académicas y experiencia en el ámbito privado. Pero quien me diga que, hasta el día del debate, tenía la más mínima expectativa de colarse en la segunda vuelta, está mintiendo.

Escucho un comentario generalizado que le atribuye su brutal crecimiento hasta ponerse en segunda vuelta, únicamente al debate y a su buena campaña. Yo discrepo mucho con tal visión.

La llegada de Noboa a la segunda vuelta responde a una suerte de “alineación de planetas” que rara vez se produce. Aquí los tres factores que lo han puesto ad portas de Carondelet:

En primer lugar, el feroz ataque que recibió Jan Topic, quien hasta ese momento se perfilaba como el contrincante del correísmo, desde diversos sectores del país: de candidatos que buscaban mermar sus votos; de actores políticos que, aunque no participaban en las elecciones, tenían mucho interés en impedir que Topic y su principal aliado, el PSC, lleguen al poder; y de élites intelectuales, mediáticas y empresariales que creyeron que atacándolo subiría su favorito (que nunca subió).

En segundo lugar, sumada a una respetable campaña en territorio y redes y la memoria de su padre, posicionada en todo el país, una buena presentación en el debate que lo puso, por primera vez, en la vitrina de muchos indecisos que no gustaban de ninguno de los candidatos estelares (ni los que ciertamente estaban liderando, ni los que lideraban en las encuestas falsas) y que vieron en Noboa al candidato perfecto: joven, inteligente, propositivo y con prácticas alejadas de la política tradicional destructiva, lo cual fue posible básicamente porque al estar lejos de cualquier posibilidad de entrar a segunda vuelta nadie lo atacó y en consecuencia no tuvo que atacar a nadie.

Y, en tercer lugar, como consecuencia del daño causado a Topic y del crecimiento de Noboa en indecisos, comenzó a recibir disidentes de Topic y, además, del voto útil que al final abandonó a Otto, Yaku y Hervas.

(...) a los que ya están sumando y restando votos, les recuerdo que la segunda vuelta comienza en cero.

En el caso de Luisa, resistió muy bien los ataques recibidos durante toda la campaña (además del palazo de la muerte de Fernando Villavicencio, fenómeno que merece un análisis aparte), pues el voto duro correísta se hizo presente y con fuerza.

En cuanto a la nueva Asamblea Nacional, el voto duro ha consolidado al bloque correísta en la Asamblea, otra vez, como la primera fuerza nacional.

Y los eternos enterradores del PSC tendrán que vender la lápida, guardar el champagne y tomarse un calmante, pues entre candidatos propios y aliados estaría formando una bancada de 18 (la misma cantidad de curules que en 2021), y, además, como va quedando la configuración de la nueva Asamblea, podría ser la bisagra para dar mayoría al próximo gobierno o a la próxima oposición.

Finalmente, a los que ya están sumando y restando votos, les recuerdo que la segunda vuelta comienza en cero. Seguiremos comentando. (O)