Hermanos del ejército ecuatoriano, vengan al norte de la ciudad, a las ciudadelas Miraflores, Kennedy, Urdesa, Alborada, pongan mano fuerte a delincuentes extorsionadores y asaltantes, y a ciertos antisociales vagos camuflados de chamberos, informales, vagabundos, etc.; se fijan en los movimientos de las personas, de los negocios, de conductores de carros..., para sorprender, asaltar, coimar (vacunas, extorsionar).

Estamos cansados de los atracos, como todos los habitantes del Ecuador. (O)

Kiko Llaguno, Guayaquil